NUEVA YORK.- Los precios de las acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York cerraron el lunes su mes y trimestre ganadores más recientes con más récords, luego de un comienzo de semana alocado en los mercados financieros asiáticos, donde los títulos japoneses cayeron y los índices chinos se dispararon.
El índice S&P 500 avanzó 24,31 puntos, 0,4%, a 5.762,48 —un nuevo máximo histórico—, con lo que aseguró su quinto mes consecutivo de ganancias y su cuarto trimestre seguido con avances. El índice Dow Jones sumó 17,15 enteros —menos de 0,1%— al récord que estableció el viernes, y finalizó en 42.330,15. Por su parte, el índice compuesto Nasdaq ascendió 69,58 unidades, 0,4%, ubicándose en 18.189,17. El rendimiento en el bono del Tesoro a 10 años subió de 3,75% a 3,78%.
Wall Street se ha catapultado a récords gracias a la esperanza de que la ralentizada economía estadounidense pueda seguir creciendo mientras la Reserva Federal recorta las tasas de interés para darle mayor impulso. El viernes habrá una gran prueba, cuando el gobierno federal ofrezca su última actualización mensual sobre el mercado laboral.
Una preocupación preponderante en Wall Street es si la economía se encamina ya hacia una recesión. Aunque la Fed bajó las tasas de interés este mes y ha indicado que se avecinan nuevos recortes, los empresarios estadounidenses ya han empezado a reducir sus contrataciones. Antes de este mes, el banco central había mantenido las tasas en su nivel máximo en dos décadas con la esperanza de desacelerar la economía lo suficiente para acabar con la elevada inflación.
"Las nóminas siguen siendo el mayor catalizador" para el mercado bursátil estadounidense hasta las elecciones, escribieron estrategas y economistas de Bank of America en un informe de BofA Global Research.
En Goldman Sachs, el economista David Mericle dijo que prevé que el informe del viernes muestre que las contrataciones en septiembre fueron más sólidas que el crecimiento de 146.000 en las nóminas que los economistas de Wall Street pronosticaban en general.
En el pasado, una cifra más sólida a la esperada podría haber perjudicado al mercado bursátil al avivar la preocupación por la presión alcista sobre la inflación. Ahora, sin embargo, probablemente sería considerada una señal de que una recesión no debería ser tan preocupante.
Las tasas de interés y la fortaleza de la economía suelen ser las dos palancas principales que fijan los precios de las acciones. En Asia, las palancas tiraron en direcciones opuestas.