La versión publicada por la revista Rolling Stone sobre que el equipo de Donald Trump, ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, evalúa la posibilidad de una "invasión suave" en México, con operaciones selectivas contra el narco, puso nuevamente en el foco de atención los planes del futuro mandatario, quien ha declarado la guerra a los cárteles de la droga.
Trump ha dicho que el gobierno de México está "petrificado" por los cárteles. "Necesitamos una operación militar. Esta gente [los narcotraficantes] se ha vuelto ya militar. Son muy ricos. Tienen mucho dinero. Se encuentran probablemente entre las personas más ricas del mundo. Son muy ricos y muy malvados", indicó en una entrevista con NewsNation.
El magnate estadounidense, quien asumirá la Presidencia el próximo 20 de enero, ha esbozado varias ideas para enfrentar al narco.
En un discurso en la Fraternidad de Policía de Charlotte, en Carolina del Norte, afirmó que si ganaba las elecciones -como ocurrió-, se instaurará la pena de muerte "para los narcotraficantes y cualquier culpable de tráfico sexual de niños y mujeres, que está sucediendo en cifras masivas".
También pidió "pena de muerte para quien mate a un agente de policía", abogó por "una pena mínima de diez años de cárcel para cualquiera culpable de tráfico de personas" y "cadena perpetua por tráfico de niños".
En otra entrevista, le preguntaron a Trump si seguía en pie su idea de bombardear a los cárteles mexicanos de las drogas.
"Absolutamente, México tendrá que alinearse bastante rápido", respondió.
"Recuperaremos nuestro territorio, restauraremos las fronteras soberanas de los Estados Unidos de América y sacaremos rápidamente del negocio a los cárteles. Se van a ir", aseguró.
El futuro vicepresidente, JD Vance, señaló que México se dirige a convertirse en un narco-Estado. "Miles de personas están perdiendo su vida porque no tomamos acción seria contra los cárteles".
La idea de bombardear a los cárteles viene de tiempo atrás. De acuerdo con el exsecretario de Defensa, Mark Esper, durante su primera administración (2017-2021), Trump le preguntó al menos dos veces a Esper si el ejército estadounidense podía "disparar misiles a México para destruir los laboratorios de drogas".
Cuando Esper le explicó por qué no se podía, Trump dijo que "simplemente podríamos disparar unos misiles Patriot y eliminar los laboratorios, con discreción" y agregó que "nadie sabrá que fuimos nosotros", y que Estados Unidos simplemente lo negaría.
Trump no es el único evaluando maneras de combatir al narco. Legisladores como Dan Crenshaw han presentado iniciativas para declarar terroristas a los cárteles mexicanos de las drogas para posibilitar el uso del ejército contra esa amenaza.
Cuestionado al respecto, Marco Rubio, a quien Trump nominó como secretario de Estado, dijo que estaría de acuerdo, siempre que se haga "en colaboración" con el gobierno de México y con las Fuerzas Armadas y la policía mexicana, no sin su autorización.
Según la revista Rolling Stone, que cita a fuentes informadas del debate que tiene lugar en el equipo Trump, una de las opciones que se considera es la de una "invasión suave"; esto es, enviar a fuerzas especiales estadounidenses de manera encubierta para operaciones selectivas con el objetivo de asesinar a los líderes de los cárteles.
Entre las posibilidades consideradas están ataques con aviones no tripulados o ataques aéreos contra la infraestructura de los cárteles o laboratorios de drogas; el envío de entrenadores y "asesores" militares a México; el despliegue de equipos de exterminio en suelo mexicano, una guerra cibernética contra los narcotraficantes y sus redes, y hacer que las fuerzas especiales estadounidenses realicen una serie de redadas y secuestros de figuras notorias, señaló el medio estadounidense.