NUEVA YORK.- Los demócratas albergan fuertes sentimientos de estrés y pesimismo al inicio del nuevo año. Y muchos se cuestionan si el compromiso de su partido con la diversidad de los candidatos —especialmente mujeres— podría producir más dificultades políticas en la era de Donald Trump.
En una encuesta reciente de The Associated Press y el Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos, una organización apartidista de investigación, se encontró que un importante número de demócratas cree que podrían pasar décadas antes de que Estados Unidos tenga su primera presidenta.
Específicamente, alrededor de 4 de cada 10 demócratas dijeron que es "poco probable" o "nada probable" que una mujer sea elegida para el cargo más alto del país en algún momento de su vida, según un sondeo realizado en diciembre por AP-NORC. Eso se compara con aproximadamente una cuarta parte de los republicanos que piensan lo mismo.
Aunque el desaliento no es algo exclusivo de un partido político después de una derrota de alto perfil, ese hallazgo refleja la profunda depresión que existe ahora entre los demócratas con respecto al país y a su partido después de que Trump derrotara rotundamente a la vicepresidenta Kamala Harris, la candidata demócrata.
Es posible que esas preocupaciones influyan en la búsqueda del nuevo líder del Comité Nacional Demócrata (CND). Por primera vez en más de una década, los principales candidatos para el puesto son todos hombres blancos.
Y al mirar más hacia el futuro, el pesimismo del partido ya influye en las primeras conversaciones sobre la contienda para la nominación presidencial de 2028.
"Sabíamos que los hombres odiaban a las mujeres. La última elección demostró, para algunos de nosotros subestimamos el grado en que algunas mujeres odian a otras mujeres", dijo Gilda Cobb-Hunter, representante estatal demócrata de Carolina del Sur y expresidenta del Caucus Nacional Negro de Legisladores Estatales. "Estados Unidos es tan racista y misógino como siempre lo ha sido".
Los demócratas nominaron a una mujer para competir contra Trump en dos de las últimas tres elecciones presidenciales. En ambos casos, Trump ganó de manera decisiva: sobre Hillary Clinton, en 2016, y sobre Harris, en 2024. El demócrata que desbancó a Trump —Joe Biden, en 2020— era un hombre blanco.
Para muchos demócratas, algo que empeoró ese hecho fue la larga lista de acusaciones presentadas por mujeres contra Trump. Fue declarado responsable en un tribunal civil por abuso sexual y condenado por un caso de encubrir pagos para acallar a una estrella de películas para adultos. Una vez fue grabado alardeando que podía tocar los genitales de las mujeres sin su consentimiento porque era una celebridad.
No obstante, Trump ganó por un estrecho margen en todos los estados clave políticamente indecisos en noviembre. Harris tuvo la ventaja entre las mujeres, y obtuvo 53% frente a 46% de Trump, pero ese margen fue algo más estrecho que el de Biden. El apoyo a Trump se mantuvo estable entre las mujeres blancas: un poco más de la mitad lo apoyaron, una proporción similar a 2020.
La mayoría de los demócratas —alrededor de 7 de cada 10— creen que 2025 será un año peor para Estados Unidos que 2024, según la encuesta de AP-NORC. En comparación, aproximadamente 4 de cada 10 adultos estadounidenses se sienten así.
En la encuesta también se encontró que los demócratas tienen menos probabilidades de sentirse "felices" o "esperanzados" sobre 2025 en lo individual. En cambio, cerca de 4 de cada 10 demócratas dijeron que el término "estresados" describía sus sentimientos extremadamente o muy bien, mientras que alrededor de un tercio de ellos respondió lo mismo sobre la palabra "sombrío".
Por su parte, la mayoría de los republicanos y conservadores dijeron que "felices" describía al menos muy bien cómo se sienten sobre 2025. Una proporción similar respondió lo mismo sobre "esperanzados".
"Hay tanta oscuridad en este momento", expresó la encuestada Rachel Wineman, demócrata de 41 años de Murrieta, California. "Mi familia y yo estamos cerrando filas, tratando de pasar desapercibidos y sobrevivir".
Hay señales tempranas de que esta derrota ha desencadenado cuestionamientos sobre un compromiso central del Partido Demócrata actual de apoyar a grupos minoritarios —incluidas las mujeres— y a la vez impulsar a candidatos diversos a posiciones de poder.
Algunos líderes demócratas temen que el éxito rotundo de Trump entre los votantes blancos de clase trabajadora —y sus modestos avances entre los negros y latinos en las elecciones— indique un realineamiento político que podría transformar el panorama de la política en los próximos años a menos que el partido cambie su enfoque.
Thalia Flores, demócrata de Nueva Hampshire, dijo que la derrota de Harris le ha hecho repensar la viabilidad política de estrellas en ascenso como el secretario de Transporte Pete Buttigieg, quien es gay, Josh Shapiro, el gobernador de Pensilvania, que es judío, o Gretchen Whitmer, la gobernadora de Michigan y la mujer más prominente, de quien se espera que considere postularse a la presidencia en 2028.
"La derrota de Kamala puede afectar también a ese tipo de candidatos porque alguien que no sea un hombre blanco convencional podría no ser una buena apuesta", agregó Flores, quien indicó que tales preocupaciones no afectarían su voto personal en las próximas primarias presidenciales. "Es una pena que siquiera estemos hablando de ello".
"Al parecer, el pueblo estadounidense no puede apoyar a una mujer", añadió.