La segunda Casa Blanca de Donald Trump empieza a tomar forma. El presidente electo de Estados Unidos hizo público este jueves su primer fichaje: Susie Wiles, figura esencial de la campaña con la que el candidato republicano ha logrado la reelección. Será su jefa de su Gabinete, uno de los puestos más delicados y de mayor rango en la Administración estadounidense. Es la primera mujer en desempeñarlo.
"Me acaba de ayudar a lograr una de las mayores victorias políticas en nuestra historia y fue parte integral de mis exitosas campañas de 2016 y 2020... Susie es fuerte, inteligente, innovadora y es universalmente admirada y respetada", se puede leer en un comunicado difundido por Trump. "Seguirá trabajando incansablemente para devolver su grandeza a Estados Unidos.
Es un honor bien merecido tener a Susie como la primera mujer jefa de gabinete en la historia de Estados Unidos. No tengo ninguna duda de que hará que nuestro país se sienta orgulloso".
Cuando el candidato republicano salió en la madrugada del miércoles a celebrar su triunfo ante miles de sus simpatizantes, congregados en un centro de convenciones de Palm Beach (Florida), se acordó especialmente de Wiles y de Chris LaCivita, codirector de la campaña. Trump vaticinó que ella no querría hablar al micrófono, y acertó, dando por buena la fama que pinta a la estratega, que tiene una carrera de cuatro décadas a su espalda, como una mujer reservada, feliz de permanecer en la sombra mientras otros se llevan la atención de los focos
"Una operadora astuta"
Según un extenso perfil de hace unos meses de la web Politico, se trata de "una operadora astuta, una gerente capaz, una detectora y cultivadora de talentos emergentes, una fomentadora y guardiana de relaciones con los periodistas y una astuta y sutil creadora de historias que ayudan a enmarcar las corrientes políticas que pueden determinar la diferencia entre una victoria y una derrota".
Pese a esa batería de talentos, Wiles, hija del fallecido locutor de la NFL Pat Summerall, lleva décadas sin trabajar en Washington, ciudad en la que pasará a ser desde el próximo enero una de las figuras con más poder.
Como jefa de Gabinete, puesto que cabe equiparar al de un primer ministro en la sombra en una democracia presidencial europea, será la encargada no solo de ordenar la vida de la Casa Blanca y de coordinar a los diferentes secretarios (ministros), sino también de relacionarse con el Senado y la Cámara de Representantes.