ST. PETERSBURG, Florida
En la Casa Blanca, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo que se recibieron informes de hasta 10 decesos a causa de los tornados, pero advirtió que se trata de una cifra tentativa.
Al sur de Tampa, Natasha Shannon y su esposo Terry se dijeron afortunados de seguir con vida después de que el huracán arrancó el techo de lámina de su residencia en Palmetto. Pasaron la noche en un albergue junto a sus tres hijos y dos nietos después de que ella los obligó a salir de la casa.
"Le dije: ´Cariño, tenemos que irnos porque no vamos a sobrevivir a esto´", comentó.
Cuando regresaron encontraron el techo hecho añicos del otro lado de la calle, el aislamiento hecho trizas colgando de las vigas y todas sus pertenencias empapadas.
"No era mucho, pero era nuestro", comentó. "Lo poco que teníamos ya no está".
La peor marejada ciclónica aparentemente se registró en el condado de Sarasota, de entre 2,5 y 3 metros (8 y 10 pies), una cifra menor a los niveles más altos durante el paso de Helene. La tormenta también dejó hasta 45 centímetros (18 pulgadas) de lluvia en algunos lugares.
Justo tierra adentro de Tampa, las inundaciones en Plant City eran "absolutamente sorprendentes", según el administrador de la ciudad, Bill McDaniel. Los equipos de emergencia rescataron a 35 personas durante la noche, dijo McDaniel, que calculó que habían caído unos 34 centímetros (13,5 pulgadas) de lluvia en la ciudad.
"Tenemos inundaciones en lugares y con niveles que nunca había visto, y he vivido toda mi vida en esta comunidad", dijo en un video publicado en internet la mañana del jueves.
Antes incluso de que Milton tocase tierra, las fuertes lluvias y los tornados azotaron parte del sur de Florida el miércoles en la mañana, y la situación fue empeorando con el paso de las horas. Un tornado tocó tierra en la zona de los Everglades, que está poco poblada, y cruzó la Interestatal 75. En Fort Myers, otro posible tornado rompió ramas de árboles y destrozó la cubierta de una gasolinera.
El club de campo Spanish Lakes, cerca de Fort Pierce en la costa atlántica de Florida, resultó especialmente afectado, con viviendas destruidas y varios fallecidos.
Al menos cuatro personas murieron a causa de tornados registrados en la zona, según anunció la oficina del jefe de la policía del condado St. Lucie.
Unos 90 minutos después de tocar tierra, Milton se debilitó a huracán de categoría 2. En la madrugada del jueves el meteoro, ahora de categoría 1, tenía vientos máximos sostenidos que rondaban los 135 km/h (85mph) y abandonaba la región cerca de Cabo Cañaveral.
La tormenta golpeó una región que aún se recuperaba dos semanas después de que el huracán Helene provocara inundaciones en calles y viviendas en el oeste de Florida y dejara al menos 230 muertos en todo el sur de Estados Unidos. En muchos lugares a lo largo de la costa, los municipios se apresuraban a recoger y deshacerse de los escombros antes de que los vientos y la marejada ciclónica de Milton pudieran volver a esparcirlos y complicar cualquier daño.
Con un hijo de 2 años y una bebé por nacer el 29 de octubre, Curnick dijo que había demasiadas preguntas sin responder si subían al auto y huían: dónde dormir, si podían llenar el tanque de gasolina, e incluso si podrían encontrar una ruta segura para salir del estado.
En un video que tomó durante la tormenta se muestra el aullido del viento y cortinas de lluvia azotando su piscina acristalada, mientras su hijo y su perro observaban y los árboles se sacudían violentamente.
"La cuestión es que resulta muy difícil evacuar en una península", dijo antes de la tormenta. "En la mayoría de los otros estados, uno puede ir en cualquier dirección para huir. En Florida sólo hay un número limitado de caminos que conducen al norte o al sur".
En una conferencia de prensa en Tallahassee, DeSantis explicó que se movilizó una amplia gama de recursos, incluyendo 9.000 efectivos de la Guardia Nacional de Florida y de otros estados; más de 50.000 operarios de servicios públicos llegados de lugares tan lejanos como California y patrullas de carretera que escoltaron a camiones cisterna para abastecer las gasolineras y permitir que la gente llenase sus depósitos antes de marcharse.