¡Descarga su ira!

El expresidente se centra cada vez más en los estadounidenses que cree que lo han perjudicado o traicionado; ´Son peores que los adversarios extranjeros de EU´, dice

TEMPE, Arizona, EE.UU.

Los aliados de Donald Trump han intentado en vano persuadirlo de que deje de desahogar su ira contra los "enemigos internos" en los últimos días de la campaña presidencial de Estados Unidos. Pero él sigue haciéndolo.

En sus mítines y entrevistas, el expresidente se centra cada vez más en los estadounidenses que cree que lo han perjudicado o traicionado. Son peores, dice, que los adversarios extranjeros de Estados Unidos. Y ha especificado claramente su deseo de usar el poder del Gobierno federal, incluidas las fuerzas armadas, para ir tras ellos.

"Los locos lunáticos que tenemos: los fascistas, los marxistas, los comunistas, la gente que tenemos, que de hecho están gobernando el país", dijo Trump este mes en un mitin en Wisconsin. "Esas personas son más peligrosas —el enemigo interno— que Rusia, China y otros países".

Cuando se le dio la oportunidad de retractarse, insistió en sus dichos.

Howard Kurtz, de Fox News le dijo a Trump en una entrevista el fin de semana pasado que "Enemigos internos" es "una frase bastante ominosa, si estás hablando de otros estadounidenses".

"Creo que es acertada", respondió Trump.

La amenaza de que salde agravios personales desde la Oficina Oval ha alarmado tanto a algunos de los antiguos altos asesores de Trump que lo han etiquetado de fascista. La vicepresidenta Kamala Harris, su rival demócrata, coincidió en que la ideología autoritaria y ultranacionalista describe cómo es el candidato republicano.

"Se trata de elegir entre Donald Trump allí, rumiando sobre su lista de enemigos, o yo, trabajando para ustedes, tachando cosas de mi lista de asuntos pendientes", dijo Harris el jueves en Georgia.

Los críticos de Trump advierten que las barreras que lo mantuvieron a raya —asesores y funcionarios gubernamentales que ignoraron órdenes potencialmente ilegales o lo alejaron de ideas problemáticas— no estarán presentes en un segundo mandato.

Algunos partidarios de Trump dicen que su discurso de venganza es justificado o hiperbólico.

"Ya sabemos qué clase de presidente será, porque ya lo ha sido", dijo el jueves Jennifer Warnke, de 57 años y residente de St. Johns, Arizona, antes de un mitin de Trump en el área de Phoenix. La broma sarcástica de Trump de que sería un dictador sólo "el primer día" fue un chiste destinado a enfatizar su compromiso con la seguridad fronteriza, agregó.

Trump suele definir a sus enemigos de manera vaga: la izquierda radical, los comunistas, el Estado profundo o simplemente "ellos". Pero a veces los nombra directamente. A continuación presentamos un vistazo de algunos de los estadounidenses a los que Trump ha atacado en las últimas semanas:

ADAM SCHIFF

El reclamo de Trump a Schiff, un congresista demócrata de Los Ángeles que encabeza ampliamente la contienda por el escaño vacante del Senado de California, se remonta a la época en que estuvo en la Casa Blanca.

Cuando fue el principal demócrata en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes durante la presidencia de Trump, Schiff fue un crítico férreo y omnipresente de los tratos de Trump con gobernantes extranjeros, incluido Vladímir Putin de Rusia. Schiff también fue el principal gestor de un juicio político, exhortando a los senadores a destituir a Trump de su cargo la primera vez que la cámara baja le abrió un juicio de ese tipo.

"Son gente mala. Tenemos mucha gente mala. Pero cuando miras a ´Tramposo Schiff´ y a algunos de los otros, sí, para mí son el enemigo interno", dijo Trump en Fox News el fin de semana pasado. En un mitin en California este mes, llamó a Schiff un "sinvergüenza".

Schiff dijo que esos arrebatos muestran el peligro de un segundo mandato de Trump.

"Estamos viendo mucho comportamiento muy errático, lo cual sería aceptable si fuera tu abuelo loco, el viejo loco del abuelo, pero este es un candidato a presidente", declaró Schiff en MSNBC.

Trump ha reemplazado a asesores competentes con "aduladores absolutos", apuntó Schiff, y si vuelve al poder, "todos vamos a tener que hacer todo lo que podamos para defender nuestra democracia y nuestras instituciones".

NANCY PELOSI

La expresidenta de la Cámara de Representantes encabezó a ese cuerpo legislativo para que en dos ocasiones le abriera un juicio político a Trump, y fue un obstáculo para su agenda legislativa durante su presidencia. Lo ha criticado duramente, llamándolo una amenaza para la democracia, y en una ocasión rompió en forma dramática el texto de su discurso sobre el Estado de la Unión, después de haber estado sentada detrás de él mientras lo pronunciaba.

"Creo que Nancy Pelosi es una enemiga interna", dijo Trump en la entrevista de Fox. "Ella mintió. Se suponía que debía proteger el Capitolio".

Repitió la afirmación desacreditada de que Pelosi rechazó el apoyo de efectivos de la Guardia Nacional para proteger el Capitolio el 6 de enero de 2021, cuando una multitud de partidarios de Trump allanó el edificio para tratar de detener la certificación de su derrota electoral de 2020.

El programa ´60 Minutes´, de CBS

Los periodistas han sido blanco de Trump desde su primera campaña por la presidencia, cuando llamó "noticias falsas" a los medios de la corriente principal.

Últimamente su ira ha estado dirigida en particular a "60 Minutes", de CBS, el programa noticioso con mayor audiencia en la televisión.

Ante las críticas que ha enfrentado por negarse a ser entrevistado para un especial electoral este mes, Trump ha arremetido contra CBS por editar la respuesta de Harris a una pregunta sobre Israel. Otro programa, de CBS, "Face the Nation", difundió una porción diferente de su respuesta a la misma pregunta.

La edición es una práctica periodística común. Trump también da entrevistas que son editadas.

Pero ha pasado semanas atacando a la cadena en sus mítines y en su red social, amenazando con revocar las licencias de transmisión de CBS, por lo que llamó "el mayor escándalo en la historia de la radiodifusión".

En un mitin el jueves en Arizona, Trump retomó un ataque a los medios de su campaña de 2016 que sorprendió al establishment político en ese entonces, pero que no había sido una característica de su retórica más reciente.