SANTA ROSA, California
Una fuerte tormenta azotó el norte de California con lluvia y nieve el jueves por la noche y amenazaba con causar inundaciones repentinas y deslizamientos de rocas, en la más reciente ronda de mal clima en la costa oeste de Estados Unidos.
El Servicio Meteorológico Nacional extendió hasta el sábado un aviso por inundaciones para distintas áreas al norte de San Francisco, mientras el río atmosférico — una gran corriente de humedad que fluye hacia la costa— más fuerte de esta temporada en California y el noroeste del Pacífico inundaba la región. La noche anterior, el sistema de tormentas provocó vientos que causaron la muerte de dos personas y dejaron a cientos de miles sin electricidad en el estado de Washington.
La oficina del Servicio Meteorológico en Sacramento, California, indicó en las primeras horas del jueves, en una publicación en redes sociales, que había carreteras resbaladizas con acumulación de agua en varias partes del valle y en las laderas, así como algunas carreteras cubiertas de nieve en las montañas.
Se esperaban hasta 41 centímetros (16 pulgadas) de lluvia en el norte de California y el suroeste de Oregon hasta el viernes. Para el miércoles por la noche, algunas áreas del norte de California habían experimentado fuertes lluvias, entre ellas, Santa Rosa, que había recibido unos 13 centímetros (5 pulgadas) en 24 horas, según Marc Chenard, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional.
Se advirtió del riesgo de peligrosas inundaciones repentinas, deslizamientos de rocas y torrentes con escombros. En las últimas 24 horas se produjeron cerca de una docena de pequeños aludes de tierra en el norte de California, entre ellos, uno en la autopista 281 la mañana del miércoles, el cual causó un accidente de tráfico, dijo Chenard.
La delegación del Servicio Meteorológico Nacional en la zona de la bahía de San Francisco advirtió a las personas que el río atmosférico estaba centrado en el norte de la región y que "esperen que las fuertes lluvias continúen esta noche, jueves y viernes. Esto producirá deslizamientos de tierra y cierres de carreteras".
El sistema de tormentas, que golpeó por primera vez el martes, ha experimentado lo que se conoce como una "bombogénesis", un proceso en el que un ciclón se intensifica rápidamente.
Se emitió un aviso por tormenta invernal para el norte de Sierra Nevada por encima de 1.066 metros (3.500 pies), y podrían caer 38 centímetros (15 pulgadas) de nieve en dos días. Las ráfagas de viento podrían superar los 121 km/h (75 mph) en áreas montañosas, dijeron los meteorólogos.
Para el miércoles por la noche, la tormenta ya había producido más de 30 centímetros (un pie) de nieve a lo largo de la zona de las Cascadas, según el Servicio Meteorológico Nacional. Los meteorólogos advirtieron sobre condiciones de ventisca y falta de visibilidad por la nieve y advirtieron que sería casi imposible cruzar los puertos de montaña.
En Washington había más de 320.000 reportes de cortes de energía el jueves por la mañana, resultado de fuertes vientos y lluvia la noche anterior, según poweroutage.us.
"No hemos tenido una tormenta como esta desde enero de 2012", dijo Mary Kipp, presidenta de Puget Sound Energy, que atiende a más de 1,2 millones de clientes en el estado. Calculó el jueves que se requieren varios días para restaurar el servicio completo.
Varios árboles caídos golpearon viviendas y bloquearon las carreteras en el oeste de Washington, provocando la muerte de al menos dos personas. Una mujer en Lynnwood murió cuando un gran árbol cayó sobre un campamento de personas sin hogar, mientras que otra mujer en Bellevue falleció cuando un árbol se desplomó sobre una casa.
Más de una docena de escuelas cerraron el miércoles en el área de Seattle, y algunas optaron por extender esos cierres hasta el jueves.
En California, se reportaron casi 9.000 cortes de energía hasta el jueves por la mañana, por debajo de los más de 20.000 cortes que había hasta el miércoles por la noche.