PLAINS, Georgia, EE.UU.- El largo adiós del público a Jimmy Carter comenzó el sábado en Georgia, donde el féretro del 39avo presidente, cubierto con la bandera estadounidense, recorrió su pequeña ciudad natal y pasó por la granja de su infancia en su camino hacia Atlanta, donde ascendió en la escala política y basó su prolongado trabajo humanitario tras dejar la Casa Blanca.
El funeral de Estado de seis días del expresidente comenzó en Americus, en el Centro Médico Phoebe Sumter, donde agentes actuales y antiguos del Servicio Secreto que protegieron al difunto presidente cargaron sus restos en un coche fúnebre negro y caminaron junto a él al salir del campus hacia Plains. Mientras los hijos, nietos y bisnietos de Carter acompañaban a su patriarca, un triste silbido de tren llenó el aire mientras los portadores del féretro miraban el coche fúnebre, con la mano en el corazón, para una despedida final.
En Plains, donde Carter nació el 1 de octubre de 1924 y vivió la mayor parte de su vida, los dolientes se alinearon en la calle principal, algunos con ramos de flores y botones con imágenes del expresidente. Carter falleció el 29 de diciembre a la edad de 100 años.
"Queremos rendirle homenaje", dijo Will Porter Shelbrock, de 12 años, quien nació más de tres décadas después de que Carter dejara la Casa Blanca en 1981. "Estaba adelantado a su tiempo en lo que intentó hacer y lograr".
Fue idea de Shelbrock hacer el viaje a Plains desde Gainesville, Florida, con su abuela, Susan Cone, de 66 años. Shelbrock dijo que admira a Carter por su trabajo humanitario en la construcción de viviendas y la promoción de la paz, y por hablar sobre el calentamiento del planeta antes de que la crisis climática fuera parte del discurso político rutinario.
Willie Browner, de 75 años, describió a Carter como proveniente de una era pasada de la política estadounidense.
"Este hombre pensaba más que sólo en sí mismo", dijo Browner, quien creció en el pueblo de Parrott, a unos 24 kilómetros (15 millas) de Plains, antes de mudarse a Miami.
Browner dijo que significaba "mucho" tener un presidente proveniente de un pequeño pueblo sureño como el suyo, y le preocupan las pocas probabilidades de que eso se repita.
De hecho, la procesión del sábado pretendía reflejar las profundas raíces rurales de Carter y su notable ascenso al escenario mundial como líder político, defensor global de la democracia y los derechos humanos, y ganador del Premio Nobel de la Paz.