NUEVA YORK, NY.- El exdirector general de Abercrombie & Fitch, Michael Jeffries, su pareja y otro hombre fueron arrestados por cargos de atraer a hombres para participar en fiestas sexuales coercitivas, extravagantes y llenas de drogas que se realizaban en todo el mundo, con la promesa de modelar en los glamorosos anuncios del importante minorista, que alguna vez definieron a la industria.
Durante al menos 20 años, Jeffries, su pareja Matthew Smith y su empleado James Jacobson utilizaron el estatus y la riqueza de Jeffries, así como una red de empleados internos para satisfacer los deseos sexuales de la pareja en lo que equivale a un negocio internacional de tráfico sexual y prostitución; y para mantenerlo todo el secreto, según una acusación divulgada en un tribunal federal de Brooklyn.
“Para cualquiera que piense que puede explotar y coaccionar a otras personas utilizando el denominado sistema de casting de sofá, este caso debería ser una advertencia”, dijo en conferencia de prensa Breon Peace, fiscal federal con sede en Brooklyn.
“Explotar sexualmente a seres humanos vulnerables es un delito. Y hacerlo con la promesa de cumplir sueños de un futuro en la moda o en el modelaje no es distinto”, añadió. James Dennehy, subdirector de la oficina en Nueva York del FBI, dijo que las acusaciones eran “aborrecibles”.
Estas últimas siguieron, y en ocasiones reflejaron, acusaciones de conducta sexual inapropiada, presentadas en demandas y en los medios por jóvenes que afirmaron que Jeffries les prometió un trabajo en el modelaje y los presionó para realizar actos sexuales. Brian Bieber, abogado de Jeffries, y los abogados de Smith, Joseph Nascimento y David Raben, dijeron en correos electrónicos que responderían a las acusaciones en el tribunal.
Se enviaron mensajes al abogado de Jacobson para solicitar sus comentarios. Previamente, Jacobson dijo que no participó ni sabía nada sobre ninguna conducta coercitiva, engañosa o forzada.
Los tres acusados iban a comparecer más tarde el martes en distintos tribunales: Jeffries y Smith en Florida, donde fueron detenidos, y Jacobson en St. Paul, Minnesota, tras ser arrestado en Wisconsin.
Los tres están acusados de tráfico sexual y prostitución interestatal en relación con 15 demandantes no identificados.
Según la acusación, ellos pagaron a docenas de hombres para que viajaran por Estados Unidos y el extranjero para participar en actos sexuales remunerados con ellos y con otros hombres en Nueva York y en hoteles de Inglaterra, Francia, Italia, Marruecos y St. Barts, entre 2008 y 2015. La acusación, en ocasiones muy explícita, describe bacanales sexuales en los que a los hombres reclutados se les proporcionaban drogas, lubricantes, condones, disfraces, juguetes sexuales y, en ocasiones, inyecciones peneanas para inducir la erección, que provocaban reacciones dolorosas y de varias horas de duración.