La pregunta aparece ahora en los formularios de admisión de los hospitales de todo el Estado. El Dr. Tony Pastor, cardiólogo del Texas Children´s Hospital, publicó un video en TikTok el 11 de noviembre en el que decía a los pacientes que no estaban obligados legalmente a responder a la pregunta.
El video se hizo viral y obtuvo más de un millón de vistas. En respuesta, el gobernador republicano amenazó la semana pasada con quitar la financiación estatal del hospital.
"Hey Texas Children´s Hospital & Baylor College of Medicine, [donde es profesor de Dr. Pastor] este médico está poniendo en riesgo su financiación de Medicaid y Medicar", escribió Abbott en X.
"Será mejor que se lo piensen dos veces y tengan los registros muy claros", añadió, "habrá consecuencias por no cumplir la ley en la Orden".
El gran miedo es que la pregunta haga que la gente prefiera no buscar atención médica por temor a ser deportada.
El Distrito Sanitario Metropolitano de San Antonio ha publicado un folleto en el que informa a los pacientes de que no tienen que comunicar al hospital su condición migratoria.
"No tiene que responder a la pregunta sobre la nacionalidad si no quiere. Su respuesta no afectará a la atención que reciba: no se le rechazará", dice el folleto. "Tiene derecho a recibir cuidados vitales, independientemente de su nacionalidad o de su estatus migratorio", resalta.
Pero las amenazas del gobernador pesan más. El Texas Children´s Hospital tiene la intención de cumplir con la ley, según un comunicado emitido después del propio mensaje de Abbott.
"El Texas Children´s apoya plenamente la nueva orden ejecutiva del gobernador Abbott y la cumple en su totalidad", dice el texto. "Hemos trabajado estrechamente con la Asociación de Hospitales de Texas y nuestros socios de la industria en todo el Estado para garantizar el cumplimiento antes de la fecha de entrada en vigencia.
Si bien reconocemos que las personas que trabajan en el Texas Children´s tienen sus propias opiniones personales sobre muchos temas, esas opiniones no reflejan necesariamente la posición oficial del Texas Children´s Hospital.
Continuaremos priorizando la atención de los pacientes mientras nos aseguramos de cumplir plenamente con todas las leyes y directivas legales".
Esta interacción muestra en pequeño cómo la Administración del presidente electo buscará intimidar a las instancias locales, en particular a las ciudades santuario, con amenazas económicas y hasta penales.
Y todo esto sucede mientras Texas se ofrece como base de operaciones para las deportaciones masivas. Después de que hace dos semanas la comisaria de tierras del Estado, Dawn Buckingham, pusiera a disposición del gobierno entrante un enorme rancho en la frontera para el plan de expulsar a millones de inmigrantes indocumentados, la oferta se ha ampliado.
Buckingham anunció el apoyo adicional del Estado mientras estaba junto a la madre y la abuela de Jocelyn Nungaray, de 12 años, asesinada a principios de este año en Houston, presuntamente por dos miembros de una banda criminal venezolana que entraron ilegalmente al país.
"El nuevo proyecto en el que se va a embarcar la Oficina de Tierras y que he creado es la Iniciativa Jocelyn", dijo. Y especificó: "Localizaremos terrenos apropiados bajo mi jurisdicción para arrendarlos para la construcción de instalaciones de deportación de criminales violentos".
Mientras hacía su anuncio, nuevas secciones de un muro fronterizo se levantaban para hacer que en Texas, por lo menos en cuanto a migración, el futuro ya sea presente.