Kamala Harris y Donald Trump se esforzaban el martes por animar a votantes clave que sus aliados temen que se estén alejando. La vicepresidenta quiere llegar a los hombres negros, y el expresidente se enfoca en las mujeres.
Atención, hombres de Estados Unidos: Donald Trump y sus aliados quieren hacerles creer que su voto dice mucho sobre su masculinidad.
A pocas semanas de las elecciones del 5 de noviembre, el candidato republicano ha estado intensificando su discurso de hipermasculinidad y su apoyo a los roles de género tradicionales, un reflejo de una quirúrgica campaña alterna por atraer el voto masculino durante su contienda contra la aspirante demócrata, Kamala Harris.
Pero mientras Harris despliega a sus "hermanos" que utilizan un lenguaje informal, e incluso algunas reprimendas ocasionales, para impulsar su apoyo, en particular entre los hombres de raza negra o hispana, el equipo de Trump se dirige a los votantes masculinos en términos de "macho alfa", a menudo con groserías. Esto significa participaciones en podcasts, plataformas de videojuegos y junto a figuras que definen la masculinidad como un voto por el expresidente.
"Si eres hombre en este país y no votas por Donald Trump, entonces no eres hombre", dijo el fundador de Turning Point USA, Charlie Kirk, en su podcast.
Nada sutil. Pero la apretada contienda entre Trump y Harris destaca la importancia de atraer a pequeños grupos de votantes apáticos o indecisos en estados sin clara preferencia política, los cuales decidirán la elección. Así que al enfocarse en las políticas de género e identidad, ambos bandos buscan votos más allá de sus bases ideológicas.
"¿Están pensando en no votar o en apoyar a alguien que tiene antecedentes de denigrarlos, porque piensan que esa es una muestra de fortaleza, porque eso es lo que significa ser un hombre?", preguntó el expresidente Barack Obama la semana pasada mientras reprendía a un grupo de hombres negros en Pensilvania, el estado de mayor población entre los que aún están indefinidos.
Los sondeos y el pasado cuentan la historia de la búsqueda del voto masculino por parte de los candidatos. Trump, quien tiene un largo historial de denigrar a las mujeres y hablar de sus cuerpos, ganó el voto masculino en 2016, cuando venció a la demócrata Hillary Clinton en 2016, y cuatro años más tarde, cuando perdió ante el presidente Joe Biden.
"No cedemos terreno alguno cuando se trata de buscar a los votantes que definirán esta elección", dijo el portavoz de Harris, Seth Schuster. Añadió que, en tanto, "las únicas personas con las que Trump parece estar dispuesto a hablar son aquellas que lo hacen sentirse bien con él mismo, difícilmente una buena manera de atraer votantes, en especial a las mujeres hastiadas de su agenda tóxica".
El país sólo ha tenido presidentes hombres, quienes han sido presentados como figuras paternas, ejemplos a seguir y arquetipos de la masculinidad estadounidense. Entre sus filas hay héroes militares como George Washington y Dwight D. Eisenhower. Legisladores como Abraham Lincoln, Obama y Biden. Un oriundo del sur como Bill Clinton. Un actor convertido en gobernador, Ronald Reagan. Y miembros de grandes dinastías como John F. Kennedy y George W. Bush, un ranchero de Texas.