ST. PETE BEACH, Florida.- El presidente Joe Biden vio, de primera mano el domingo, parte de la devastación que causó el huracán “Milton” en las costas de Florida, incluidos montones de escombros anegados afuera de casi todas las casas en una comunidad costera y el techo destrozado del Tropicana Field, casa del equipo de beisbol Tampa Bay Rays.
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris pasó un segundo día en Carolina del Norte en áreas que fueron fuertemente impactadas por el huracán “Helen”, para celebrar un servicio con feligreses de raza negra y participar en un evento de campaña.
Después de una gira aérea y una sesión informativa, Biden dijo que estaba agradecido de que el daño de “Milton” no fuera tan severo como habían anticipado las autoridades, pero agregó que seguía siendo un evento “cataclísmico” para las personas en el paso de la tormenta y que muchos perdieron artículos personales irremplazables cuando sus hogares resultaron inundados. El presidente elogió a los rescatistas que llegaron incluso desde Canadá.
“Es en momentos como éste que nos unimos para cuidarnos los unos a los otros, no como demócratas ni republicanos, sino como estadounidenses”, dijo Biden después de ser informado por funcionarios federales, estatales y locales, y de reunirse con residentes y algunos de los rescatistas. “Somos un Estados Unidos”, agregó.
Harris, la candidata demócrata a la presidencia, inició su segundo día en Carolina del Norte con un discurso en el Centro Cristiano Koinonia en Greenville. Su participación fue parte del esfuerzo de su campaña “Souls to the Polls” (“Almas a las urnas”) cuyo objetivo es convencer a los feligreses de raza negra antes de las elecciones del 5 de noviembre. También tenía programado un evento de campaña horas después para hablar sobre sus planes económicos y enfatizar que el jueves inicia la votación adelantada en el estado, informó su campaña.
Harris habló en la iglesia sobre los huracanes e hizo alusión a la desinformación que algunos propagan sobre la respuesta del gobierno federal de que ella y otros en su gobierno han lastimado a las personas que más ayuda necesitan.
“Ahora no es el momento de incitar miedo”, dijo Harris. “No está bien hacer que las personas se sientan solas”.
Fue el segundo viaje de Biden a Florida en dos semanas. El presidente viajó a la curva de la península de Florida el 3 de octubre para evaluar el daño después de que el huracán Helene atravesó la zona.
Biden llegó a Tampa el domingo y vio el Tropicana Field desde su helicóptero mientras volaba a St. Pete Beach. Después se vieron montones de escombros, vallas publicitarias destrozadas, cercas derribadas, árboles caídos y gasolineras cerradas cuando su convoy transitó a lo largo de la autopista. Pasó por un vecindario en donde casi todas las casas tenían daños de agua y pilas de pertenencias estaban en el borde de la acera.
La visita le dio a Biden otra oportunidad para presionar al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, para que el Congreso apruebe más fondos de apoyo antes de las elecciones del 5 de noviembre. Johnson dijo el domingo que los legisladores abordarán el tema después de las elecciones debido a la cantidad de tiempo que se demora hacer una estimación. Dijo en el programa “Face the Nation” de la CBS que su “estimación aproximada” es que 100.000 millones de dólares son necesarios.
“Proporcionaremos los recursos adicionales”, dijo Johnson.