Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) afirma que la grave crisis inflacionaria, combinada con una desaceleración mundial del crecimiento económico – generadas en parte por la invasión rusa en Ucrania y la crisis global de la energía – está causando una drástica caída de los salarios mensuales reales en numerosos países, incluyendo a México.
“Con excepción de México, en 2022 todas las economías emergentes del G20 exhiben salarios mensuales promedio que son más altos en términos reales que la línea de base (2008). En México, los salarios reales siguen mostrando una tendencia del 7% por debajo de su valor real en 2008’’, estima la OIT.
Remarca que, si se examina el crecimiento del salario real en el conjunto de los países del G20 durante un periodo más largo, de 2008 a 2022, se observa que las tasas más altas corresponden a China, donde el salario mensual real en 2022 equivalía a unas 2.6 veces su valor real en 2008. Sin embargo, “en cuatro países –Italia, Japón, México y Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte– resulta que el salario real fue más bajo en 2022 que en 2008’’.
De acuerdo con el Informe Mundial sobre Salarios 2022-2023: El impacto de la inflación y de la Covid-19 en los salarios y el poder adquisitivo dado a conocer a la prensa en la sede de la OIT en Ginebra, la conversión del salario medio de todos los países del G20 a dólares de los Estados Unidos, utilizando tipos de cambio según la paridad del poder adquisitivo, “da como resultado un salario medio simple de unos 4 000 do´lares mensuales en las economías avanzadas del G20 y de aproximada mente 1800 do´lares mensuales en las economías emergentes del G20’’.
En México, subraya la OIT, “los hogares del decil inferior de la distribución de ingresos (es decir, el 10% de los hogares con ingresos más bajos) gastan el 42% de su renta en alimentos, mientras que los del decil superior solo dedican el 14% de sus ingresos a esa partida’’.
Sostiene que la comparación de la evolución de los precios de distintos grupos de artículos con la del índice de precios al consumo (IPC) general de un centenar de países de todos los grupos regionales, incluyendo México, indica que los precios de los alimentos, la vivienda y el transporte han aumentado más rápidamente que el IPC general.
Al estimar en el informe la variación del costo de la vida entre 2021 y 2022 en cada decil de la distribución de ingresos de los hogares, “se constata que el aumento del costo de la vida en los hogares de ingresos bajos puede ser entre 1 y 4 puntos porcentuales superior al que soportan los hogares de ingresos altos. Eso significa que, aun en el supuesto de que se ajustaran los salarios para compensar el aumento del costo medio de la vida medido por el IPC, los hogares de ingresos bajos seguirían sufriendo una erosión del poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores en muchos países’’,sostiene la OIT.
Se reduce poder adquisitivo de la clase media
El nuevo informe de la OIT revela que la crisis está reduciendo el poder adquisitivo de la clase media y afecta de manera especialmente dura a los hogares de bajos ingresos y se estima que “los salarios mensuales disminuyeron en términos reales de 0.9% en la primera mitad de 2022; la primera vez en este siglo que el crecimiento del salario real global ha sido negativo’’.
Entre los países avanzados del G20, en la primera mitad del 2020, se estima que los salarios reales disminuyeron de 2.2%, mientras que en los países emergentes del G20 aumentaron de 0.8%, 2.6% menos que en 2019, el año anterior a la pandemia de Covid-19.
"Las múltiples crisis mundiales a las que nos enfrentamos han provocado un descenso de los salarios reales. Esto ha colocado a decenas de millones de trabajadores en una situación desesperada, ya que se enfrentan a una incertidumbre cada vez mayor", dijo el Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo.
"La desigualdad de ingresos y la pobreza aumentarán si no se mantiene el poder adquisitivo de los peor pagados. Además, podría ponerse en peligro la tan necesaria recuperación tras la pandemia. Esto podría alimentar un mayor malestar social en todo el mundo y socavar el objetivo de lograr la prosperidad y la paz para todos", advirtió.
Medidas para mantener los niveles de vida
El estudio del organismo laboral de la ONU muestra que existe la necesidad urgente de aplicar medidas políticas bien diseñadas dirigidas a sostener el poder adquisitivo y los niveles de vida de los trabajadores asalariados y de sus familias.
Considera que el ajuste adecuado de las tasas de salarios mínimos pueden ser una herramienta eficaz, dado que 90 por ciento de los Estados miembros de la OIT disponen de sistemas de salario mínimo. “Un diálogo social tripartito y una negociación colectiva consolidada también puede contribuir a lograr ajustes adecuados de los salarios durante una crisis’’.
“Debemos prestar atención especial a los trabajadores que se encuentran en la parte media e inferior de la escala de salarios. Luchar contra el deterioro de los salarios reales puede contribuir a mantener el crecimiento económico lo cual, a su vez, puede ayudar a recuperar los niveles de empleo registrados antes de la pandemia. Esta puede ser una manera eficaz de disminuir la probabilidad o la intensidad de las recesiones en todos los países y regiones”, valoró Rosalia Vazquez-Alvarez, una de las autoras del informe.
Diferencias regionales- El informe, que contiene datos regionales y nacionales, muestra que en el primer semestre de 2022 la inflación incrementó proporcionalmente con más rapidez en los países de altos ingresos que en los países de ingresos bajos y medios, dando lugar a las siguientes tendencias regionales en materia de salario real:
En América del Norte (Canadá y Estados Unidos), el crecimiento medio del salario real llegó a cero en 2021 y bajó a menos 3.2% en el primer semestre de 2022.
En América Latina y el Caribe, el crecimiento del salario real descendió a menos 1.4% en 2021 y menos 1.7% en el primer semestre de 2022.
En la Unión Europea, donde los programas de preservación del empleo y las subvenciones salariales protegieron en gran medida el empleo durante la pandemia, el crecimiento del salario real aumentó de 1.3% en 2021 y descendió a menos 2.4% en el primer semestre de 2022.
En Europa Oriental, el crecimiento del salario real se ralentizó situándose en 4% en 2020, en 3.3% en 2021, y menos 3.3% en el primer semestre de 2022.
En Asia y el Pacífico, el crecimiento del salario real aumentó hasta 3.5% en 2021 y se ralentizó hasta situarse en 1.3% en el primer semestre de 2022. Si se excluye China de estos cálculos – considerando el importante peso de este país en la región – el crecimiento del salario real fue muy inferior, 0.3% en 2021 y 0.7% en el primer semestre de 2022.
En Asia Central y Occidental, el crecimiento del salario real registró un fuerte crecimiento de 12.4% en 2021, pero desaceleró hasta llegar a 2.5% en el primer semestre de 2022.
En África, los datos sugieren una caída del crecimiento del salario real de menos 1.4% en 2021 y un descenso hasta menos 0.5% en el primer semestre de 2022.
En los Estados Árabes, las tendencias en materia de salarios son provisionales, pero las estimaciones señalan un bajo crecimiento de los salarios reales de 0.5% en 2021 y de 1.2% en 2022.