- CIUDAD DE MÉXICO
Previamente explicó los estados del País están vinculados con la economía de Estados Unidos, ya sea por exportaciones o porque son receptores de remesas o turismo, por lo que una posible recesión del país vecino podría acarrear una recaudación baja, aunque aclaró que los participaciones federales están garantizadas y en caso de que no se alcancen los montos previstos, se puede recurrir a los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF).
Describió que la inflación puede generar volatilidad en los balances operativos de los estados sobre todo aquellas con un componente importante de servicios personales, ya que estos se pactaron con la inflación registrada el año pasado y muchos componentes de egresos se ajustarán con la inflación de este año
Además, Gordillo consideró que las elevadas tasas de interés, que pasaron de 5.50 por ciento a 10.50 por ciento el año pasado, tendrán un impacto en el pago de intereses y coberturas de la deuda de las entidades.
"Esperamos moderadamente un deterioro, pero en rangos manejables", señaló.
Aunque aseguró que los niveles de endeudamiento de los estados no se espera un incremento abrupto, ya que también están topados por los propios lineamiento de disciplina fiscal.
Por otra parte, Astra Castillo, directora senior de Infraestructura Global, sostuvo que los activos de infraestructura del País, así como los de América Latina, enfrentarán este año un entorno retador por tres riesgos: bajo crecimiento económico, elevada Inflación y política regulatoria.
Describió que la manera en que estos tres riesgos afectan varía dependiendo del tipo de activos.
El sector transporte de verá impactado negativamente por la elevada Inflación y debido a ello, la estimación es que el tráfico de autopistas del País crezca alrededor de 2 por ciento y no entre 5 y 7 por ciento, como suele ser el alza anual, apuntó.
En tanto que los aeropuertos se seguirán viendo afectados en parte porque el País no ha recuperado la Categoría 1 en materia de seguridad aérea lo que representa una limitante para que las aerolíneas nacionales empiecen a operar nuevas rutas.
Asimismo, mencionó que la operación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) podrá afectar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), para el cual se impuso una reducción de operaciones.
En tanto que el sector energético es el que tiene un mayor impacto por las políticas regulatorias y recordó que hay un número importante de empresas de energía con amparos sin resolver.
Pese a estos riesgos, la perspectiva no es de deterioro, ya que también hay fortalezas, entre ellos la alta demanda que tienen.
El tráfico de autopistas puede tener menor crecimiento, pero difícilmente muestra caídas, enfatizó. Además, todavía existe un marco regulatorio e instituciones fuertes, pese a la incertidumbre existente.