En México, sólo 2 de cada 10 personas llevan un presupuesto para sus gastos y únicamente 4 de cada 10 cuentan con un registro de sus deudas pendientes.
Además, el 50 por ciento de las personas dicen separar su dinero entre deudas y gastos, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de 2021 indica que existe una relación positiva entre el nivel educativo de quienes realizan este tipo de comportamientos financieros.
Por ejemplo, mientras que el 45 por ciento de las personas con licenciatura llevan un presupuesto, éste se reduce a 8 por ciento entre la población con educación primaria.
Además de las formas de control de gasto, también hay brechas similares por nivel académico en otro tipos de comportamientos financieros.
La población con educación superior reporta con más frecuencia que siempre piensa cuidadosamente si le alcanza antes de comprar, que paga sus deudas a tiempo o que se pone metas de largo plazo.
Para M2Crowd, estas cifras muestran que la falta de educación financiera en México es un foco de atención, pues el desconocimiento, aunado a la incertidumbre económica y la creciente inflación, vulnera la estabilidad a corto, mediano y largo plazo de jóvenes y adultos.
Aunque cada vez más mexicanos utilizan diversos instrumentos para planear su economía, todavía hay una brecha grande de quienes ahorran a través de mecanismos formales versus los informales, por ejemplo.
De acuerdo con la ENIF 2021, 41.1 millones de personas de 18 a 70 años tenían al menos una cuenta de ahorro formal, es decir, una cuenta bancaria o en institución financiera; ellos equivalen al 49.1 por ciento de la población en ese rango de edad.
El resto, guarda su dinero "bajo el colchón" o gasta más de lo que recibe.