De esta forma, el beneficio por acción de Puma bajó un 3,5% hasta situarse en 0,78 euros, frente a los 0,81 euros contabilizados entre enero y marzo de 2022.
Entre enero y marzo, la facturación se elevó un 14,4%, hasta 2.188 millones de euros. Por segmentos de negocio, las ventas de calzado crecieron un 28,8%, hasta 1.210 millones, mientras que las de ropa se situaron en 647,7 millones, un 1,5% más. Los ingresos procedentes de la venta de accesorios fueron de 329,5 millones, un 1,7% menos.
Los costes asociados a las ventas en el trimestre crecieron un 15,9%, hasta 1.170 millones de euros, mientras que el resto de gastos operativos se situaron en 843,3 millones, un 19% más.
De esta forma, el resultado neto de explotación (Ebit) de Puma experimentó un descenso interanual del 10,5% en el primer trimestre, hasta 175,5 millones de euros.
El consejero delegado de la firma, Arne Freundt, ha reconocido que, en línea con sus expectativas, el año ha empezado con "presiones" sobre el margen bruto y la rentabilidad. No obstante, ha asegurado que la compañía se beneficia de que su negocio es geográficamente "diversificado" y ha celebrado volver a crecer en China después de más de dos años.
"Para todo el año, confirmamos un crecimiento de ventas de un solo dígito y un Ebit de 590 a 670 millones de euros. Con nuestro impulso continuo, vamos por buen camino para normalizar nuestros niveles de inventario y alcanzar nuestras previsiones para todo el año", ha añadido Freundt.