El mes de diciembre ha llegado y con él comienza la cuenta regresiva para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo.
Las festividades decembrinas son momentos esperados por muchas personas, quienes encuentran en este mes una oportunidad para reunirse con familia, amigos y seres queridos.
Las tradiciones de esta época, cargadas de significado, permiten dar cierre al año de una manera especial, con un ambiente de alegría y esperanza.
Entre los símbolos más representativos de estas celebraciones se encuentran el árbol de Navidad, la Corona de Adviento, Santa Claus y las galletas de jengibre. Todos ellos contribuyen a llenar los hogares de magia y calidez, elementos que nos recuerdan el verdadero espíritu de la Navidad.
En particular, el árbol de Navidad se ha consolidado como un ícono indispensable de estas fiestas, con una tradición que se remonta a siglos atrás y que sigue vigente en la actualidad.
¿Cuándo se debe poner el árbol de Navidad, según la tradición?Tradicionalmente, el árbol debe instalarse al inicio del Adviento, que comienza cuatro domingos antes de la Navidad. Esta fecha marca el inicio de la preparación para la celebración del nacimiento de Jesucristo.
No obstante, en muchos países como Italia y Argentina, es común que se coloque el árbol el 8 de diciembre, fecha en la que se celebra la Inmaculada Concepción, un importante dogma de la religión católica.
¿Cuál es el origen del árbol de Navidad y su significado?
El origen del árbol de Navidad, tal como lo conocemos hoy, tiene sus raíces en Alemania, donde en los siglos XVI y XVII comenzó la tradición de adornar un abeto con velas. Este ritual representaba la luz de Cristo en la oscuridad del invierno.
De acuerdo con la UNAM, la costumbre se extendió con el paso del tiempo, especialmente a partir de 1846, cuando el príncipe Alberto introdujo el árbol en la corte inglesa. La imagen de la familia real junto al árbol de Navidad, publicada en la revista The Illustrated London News en 1848, fue clave para popularizar esta tradición en el Reino Unido.
Dos años después, en Estados Unidos, la revista femenina "Godey's Lady's Book" reimprimió la imagen del árbol, titulándola "El árbol de Navidad", impulsando aún más su aceptación en la cultura estadounidense.
La tradición continuó su expansión, y en la década de 1930 comenzaron a fabricarse árboles artificiales, aunque fue hasta 1964 cuando se introdujeron los primeros árboles de plástico con estructura de aluminio.
En México, la tradición del árbol de Navidad ha sido adoptada a lo largo de los años, fusionándose con otras costumbres de origen anglosajón, como la figura de Santa Claus.
Hoy en día, tanto los árboles naturales como los artificiales se han convertido en una parte esencial de las celebraciones navideñas, uniendo a las familias y creando un ambiente único que marca el fin de un ciclo y el inicio de otro.