"Descubrí dos enzimas que pueden degradar el plástico PET a sus monómeros inocuos, es decir, sus sustancias más básicas que no contaminan el ambiente, lo que podría ocuparse en la biorremediación de espacios o en el reciclaje de la industria", comentó Hernández.
En un proceso de biología molecular, las enzimas tienen que integrarse en un organismo, para generar reacciones que degraden el PET triturado en hojuelas, un principio que podría aplicarse en el saneamiento de las presas de regulación en la Ciudad, indicó Hernández.
Ahora busca estudiar física, para continuar los estudios que conduzcan a la aplicación tecnológica de las enzimas, explicó después de recibir el reconocimiento de la Embajada de Suecia, Agua Capital y la Red del Agua de la UNAM.
"Me pusiste a estudiar porque tu planteamiento es sumamente elaborado", expuso el director de Agua Capital, Eduardo Vázquez.
El Embajador de Suecia, Gunnar Aldén, explicó que el ganador viajará a Suecia para participar en la siguiente fase del certamen, promovido para impulsar a los jóvenes agentes del cambio.