- CIUDAD DE MÉXICO
Durante uno de los más recientes esfuerzos de la NASA por desentrañar la naturaleza del planeta rojo, científicas y científicos de la agencia espacial se dieron a la tarea de capturar imágenes de su superficie, la cual, se sabe de sobra, cuenta con una composición rocosa y densa, ya que su núcleo está formado por hierro-níquel.
Y aunque, en el pasado, distintos instrumentos científicos, como ocurre con los espectrómetros que miden la composición de los planetas, han analizado las cualidades de Marte, nunca antes un aparato de estos había tenido la capacidad de estudiar al planeta como ahora puede hacerlo el Orbitador de Reconocimiento de Marte (HiRise) que, en su momento, fue lanzado para buscar evidencia del agua que persistió en su superficie.
Esto fue posible gracias al satélite de HiRise, capacitado para capturar aspectos de la superficie de Marte; la imagen fue publicada por investigadores del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona (UA), que trabaja en colaboración con el Orbitador de la NASA, en la que se aprecia nítidamente el contorno del rostro de un oso de pequeños ojos, creados por dos diminutos cráteres, y una protuberante boca y nariz, que se trataría de un derrumbe de rocas en forma de la letra V.
Dicha imagen ha fascinado a toda persona que la ve, aunque, más que tratarse del grabado de un oso, quizá nuestra percepción de esta imagen se debe a esa tendencia humana que produce que veamos rostros plasmados en diferentes objetos o, por lo menos, esa es la asociación que han hecho las y los científicos involucrados en este descubrimiento, del cual, por supuesto, tienen una hipótesis de rango científico.
De acuerdo con el equipo de la Universidad de Arizona, el peculiar relieve que podemos apreciar en la imagen y que correspondía a la boca del oso se formó como una extrañada variedad de formaciones geológicas, las cuales, posiblemente, estarían cubriendo lo que, anteriormente, pudo llegar a ser un cráter.
La fotografía del ahora llamado "oso marciano" fue capturada el 12 de diciembre del 2022 por el HiRise, la cámara catalogada como "la más poderosa jamás enviada a otro planeta".