CIUDAD DE MÉXICO.-Apple Vision Pro, las gafas inmersivas concebidas por Apple, se presentaron en el mercado estadounidense el pasado 2 de febrero. Desde su debut, medios especializados y creadores de contenido han expresado su opinión sobre este producto, que, según la empresa con sede en Cupertino, California, promete modificar la forma en que las personas trabajan, colaboran, se conectan, reviven recuerdos y se entretienen.
Las primeras reseñas han sido positivas debido a que Apple ha cumplido las promesas que mostró durante la presentación del artículo, como la capacidad de interactuar con las aplicaciones sin el uso de controles físicos, o bien la posibilidad de sumergirte en una película con la mayor calidad posible.
Nilay Patel, editor en jefe en The Verge, uno de los medios de tecnología más influyentes en Estados Unidos, concluyó que el Vision Pro es un producto asombroso por la increíble calidad que ofrecen las pantallas micro OLED instaladas en el interior, también remarcó el trabajo en ingeniería para ver el mundo real gracias a las cámaras instaladas en el exterior.
"Otra cosa de la que Apple está muy orgullosa es del sistema de control de seguimiento ocular y manual, que está a años luz de cualquier otro sistema ocular o manual para consumidores", remarcó el editor.
Luego, mencionó lo siguiente. "Tienes que asegurarte de mirar lo que quieres y luego pulsar, o podrías acabar haciendo clic en la cosa equivocada".
Scott Stein, un experimentado reseñador de CNET, otro medio especializado en tecnología, también resaltó las diminutas pantallas que entregan una calidad cercana a la resolución 4K, gracias a los colores vívidos y expresivos, además del alto rango dinámico en las imágenes (HDR).
Comentó que las bocinas integradas suenan genial, incluso para apreciar los matices sonoros en películas. Sin embargo, debido a su diseño de bocina abierta, el audio puede ser escuchado por otras personas en la misma habitación.
"Lo que realmente hace que Vision Pro parezca futurista no es la pantalla ni las aplicaciones, sino la interacción. Los ojos y las manos. Otros auriculares tienen seguimiento ocular y seguimiento de manos, pero ninguno tiene la combinación funcionando tan suave, sutil e intuitivamente como el Vision Pro", dijo Stein.
Mark Spoonauer, editor en jefe de Tom's Guide, se sumó a los comentarios positivos sobre el control de gestos y aseguró que Vision Pro se siente revolucionario por lo fácil que es manejarlo, al no haber mandos con los que lidiar.
"Solo tienes que usar los ojos para mirar el elemento que quieres seleccionar y luego juntar el pulgar y el índice para hacer clic", argumentó.
Kevin Roose, columnista de tecnología en The New York Times, expuso que Vision Pro es un desarrollo impresionante que da un salto innovador comparado con otros headsets de Realidad Virtual disponibles en el mercado, como los Meta Quest.
Roose también resaltó el control basado en gestos con la mano, el seguimiento ocular para seleccionar las aplicaciones, la calidad de sus pantallas y la forma en que combina experiencias virtuales inmersivas con la capacidad de ver el mundo que rodea al usuario.
Por su parte, Marques Brownlee, uno de los youtubers más reputados en la categoría de tecnología de consumo, calificó como una pieza tecnológica increíble para entretenimiento y trabajo, al remarcar las funciones de mirar películas en un formato ultra amplio, así como la capacidad de trabajar en una edición de video conectando el visor a una MacBook.
CríticasLa principal queja de medios y creadores gira en torno al elevado precio de las gafas. El modelo de 256 GB comienza en tres mil 500 dólares, casi 60 mil pesos al tipo de cambio vigente, y el modelo de 1 TB asciende a tres mil 900 dólares, unos 66 mil 787 pesos.
Joanna Stern, periodista de tecnología en The Wall Street Journal, encontró cinco áreas que afectaron la experiencia: es pesado, la duración de la batería es un desastre, no hay muchas aplicaciones populares, presencia de bugs en la interacción con la mano y los avatares creados para videollamadas lucen anormales, estos son conocidos como Personas.
"La cosa más notable sobre el hardware es que después de un tiempo de uso es... pesado. Se supone que debes usar esta cosa en tu rostro por largos periodos de tiempo de cómputo y dependiendo la banda y el sello que uses, el visor tendrá un peso de entre 600 a 650 gramos", explicó Nilay Patel, de The Verge.
Stein, de CNET, consideró que las respuestas hápticas, es decir la retroalimentación vibratoria al momento de interactuar con las aplicaciones, es una pieza faltante para un control más preciso en entornos de tercera dimensión. Propuso trasladar el gesto de doble toque del Apple Watch a un escenario con los Vision Pro.
Por otro lado, aunque las personas pueden usar Siri para buscar páginas y añadir texto, o usar el teclado virtual que aparece flotando, los expertos señalaron que es mejor vincular un mouse y un teclado para una respuesta más precisa en actividades de trabajo.
Marques Brownlee coincidió en que es pesado, no hay muchas aplicaciones para sacar todo el potencial de las gafas y la vida de la batería es un punto negativo, sin embargo, mencionó que esto es un ejercicio de primera generación y tal como ocurrió con el primer iPhone, es posible que posteriormente sume valor con la llegada de iniciativas centradas en Realidad Aumentada o Realidad Virtual por parte de terceros.
Una de las claves para el futuro del dispositivo lo aporta un artículo de la revista Time. En el análisis, se menciona que probablemente tomará alrededor de cinco años para que el headset de Apple se convierta en una herramienta de uso masivo, tiempo que le tomó al Apple Watch alcanzar la popularidad.
Los analistas consultados por Time recordaron que iPhone tuvo escepticismo en el momento de su estreno por su costo elevado, inclusive, recordaron que la tienda de aplicaciones estuvo disponible un año después al lanzamiento del teléfono.
Otro punto que decidirá el rumbo es el interés de los desarrolladores en crear productos que la gente encuentre útil, de lo contrario será un objeto que Apple puso mucho de su marca, pero nunca despegó.