Atlacomulco, Méx.
En San Lorenzo Tlacotepec, poblado floricultor, la temporada de fin de año era esperada con ilusión por la mayoría de sus residentes, pues las flores de nochebuena que cultivaban a lo largo de seis meses confiaban en venderlas para las fiestas decembrinas, pero este año la situación cambió por completo debido la pandemia del Covid-19.
En los invernaderos de esta comunidad atlacomulquense, las flores están listas para comercializarse y adornar los hogares mexicanos, pero los productos y los que se dedican a su cultivo se han reducido para esta ocasión.
Antes había 300 productores que se dedicaban a la flor de nochebuena, pero actualmente son aproximadamente 100, contó Rodi Alejo Esquivel, uno de los residentes que hace de esta actividad su modo de vivir.
“Teníamos una producción arriba de 10 mil a 15 mil nochebuenas, hoy se están produciendo 30%. Han subido muchos los costos de producción, las plántulas, maceta, abono, toda la materia prima”, dijo.
“El año pasado sembramos 20 mil nochebuenas de varios tamaños, pero este año sólo fueron 2 mil”, contó Rafael Cárdenas Cruz, otro de los productores.
La emergencia sanitaria también afecta a ese sector de la producción. “Las ventas ahorita están muy bajas, está muy castigado el precio y no creíamos que el Covid-19 sería factor, pero sí ha sido porque en estados donde se vendía antes están cerrando los mercados y no dejan que los floricultores vayan a poner sus puestos”, relató Rodi Alejo.
“Antes venían los clientes por 500 plantas, pero ahora sólo se llevan 100, están llevando pocas”, lamentó Rafael Cárdenas.
Ahora tratan de colocar las flores con intermediarios para que no pierdan lo que invirtieron, pues desde febrero algunos empezaron a cultivarla. Lo ideal es comercializarla directamente con los consumidores, pero por la crisis económica es la única opción que tienen.
Según la Secretaría del Campo, para esta temporada más de un millón 100 mil nochebuenas en maceta de productores mexiquenses están listas para ser comercializadas, con lo que esperan reactivar la economía florícola; se espera una derrama económica de 42.2 millones de pesos.
Aunque los productores tienen una visión más pesimista para este año. “Los costos de producción son muy elevados y la ganancia es muy poca, si un productor que cultivó 5 mil flores y las vende todas ganaría 5 mil pesos, un peso por cada planta vendida, en tres meses es muy poco”, reconoció Alejo Esquivel.
Además de Atlacomulco, en Texcoco, Tenancingo y Valle de Bravo, son los otros municipios donde se siembra la flor de nochebuena en una superficie estimada de 18.4 hectáreas.