El Mañana/ Staff.- Recién transcurrida la conmemoración del Día de Muertos hubo ausentes que difícilmente han sido olvidados, aunque no haya manera de recordarlos como ir a un cementerio, en su caso no hubo más que solo una cruz de madera o acero plantada al bordo del canal Anzaldúas, evocando la tragedia que arrebató sus vidas.
En las crónicas de las páginas policiacas con cierta regularidad se ha dado cuenta de los trágicos accidentes de personas que en percances viales han perdido la vida al caer en las caudalosas aguas del canal Anzaldúas.
Hasta donde la memoria del más viejo de los reynosenses alcance, el Canal Anzaldúas ha sido protagonista trágico de muertes por causa de percances viales que al caer sus víctimas en sus aguas han fallecido.
A lo largo del Boulevard Luis Donaldo Colosio que inicia en la colonia Paraíso, en donde también termina el Parque Lineal, inicia la zona más peligrosa de dicha vialidad que termina en el acceso al Puente Internacional Pharr.
En el bordo rustico –sin protección alguna- se pueden apreciar cruces de madera y algunas más hechas con cemento y ladrillos que han sido alzada a manera de tributo a víctimas que han caído en las aguas del Anzaldúas.
Tres cruces de madera se alzan en la intersección del Boulevard Colosio e inicio del Boulevard Espuela, en donde hace algunos años un grupo de jóvenes fallecieron en un fatídico accidente.
Y así otras más se erigen como un recuerdo de tragedias que enlutaron a familias.
Apenas el pasado domingo, una más se agrega a la estela mortal con el fallecimiento de cuatro personas y pareciera que la lista será interminable, mientras no se tomen las iniciativas de crear una medida de prevención y tal vez por muy descabellado que pudiera interpretarse construir un muro de concreto a lo largo de los 3 kilómetros del bordo del canal Anzaldúas en sus dos sentidos que cubren la zona urbana de Reynosa.
Son recordados con cruces plantadas en el bordo para no olvidarlos.