Con tristeza, Cristina Bautista Salvador, madre de Benjamín Ascencio Bautista, estudiante de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, no oculta la contrariedad que le causa no saber qué pasó con su hijo y sus 42 compañeros desaparecidos de manera forzada la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, luego que hace tres años padres y madres de los jóvenes confiaran en el compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador de que bajo su gobierno se esclarecería su paradero.
Integrante de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa, surgida del primer decreto presidencial de López Obrador, el 3 de diciembre de 2018, Cristina Bautista reconoce “la voluntad” del mandatario, pero advierte que a la mitad de su gobierno no se ha cumplido la principal demanda de los padres de los jóvenes desaparecidos.
“Lo que le hemos dicho al presidente es que queremos a nuestros hijos de regreso, que cumplan sus sueños que tienen en la vida, pero si ya no están vivos, si ya no están en la tierra, sino bajo tierra, que nos digan a dónde, que sea cierto.
“No queremos más mentiras, porque nos llevaron cuatro años con (Enrique) Peña Nieto con puras mentiras, y ahora ¿otra vez? Le hemos dicho al presidente que nos digan, que no nos estén engañando; queremos saber la verdad, aunque sea muy dolorosa para nosotros. Tenemos el derecho de saber de nuestros hijos”, dice Bautista Salvador en entrevista.
Originaria de Alpuyecancingo, municipio de Ahuacotzingo, en las montañas de Guerrero, Bautista confiesa que los familiares de los estudiantes desaparecidos sí esperaban los resultados de manera pronta tras la firma del decreto presidencial de la comisión especial que coordina el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez.
DESAPARICIONES
En espera de la verdad y la justicia, de 2018 a la fecha han fallecido tres padres y una madre de los normalistas atacados en Iguala: Minerva Bello, madre de Everardo Rodríguez Bello, fallecida en febrero de 2018; Tomás Ramírez Jiménez, quien murió en diciembre de 2018 y era padre de Julio César Ramírez Nava, y entre agosto y septiembre de este año murieron Saúl Bruno Rosario, padre de Saúl Bruno García, y Bernardo Campos Santos, padre de Julio César Campos Cantor.
Para la mamá de Benjamín Ascencio, la muerte de sus compañeros es un golpe duro en el movimiento de los padres de los normalistas desaparecidos.
“Ha sido muy doloroso que se vayan sin tener respuesta de nuestros muchachos, eso nos pega a todos porque hemos dicho que estamos aquí por el amor que le tenemos a nuestros hijos, pero también para que otras personas no sufran lo que sufrimos nosotros. Es muy triste que sigan ocurriendo las desapariciones”, lamenta Cristina Bautista.
A siete años de la desaparición forzada de los 43 normalistas, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), una de las organizaciones que acompaña a los familiares de los estudiantes desaparecidos, considera necesaria la consolidación de nuevas acusaciones contra perpetradores, “evitar la continua filtración de información” y atender “los graves retrasos en la asistencia victimal”.
IBA RÁPIDO
Nos equivocamos, lamenta madre
“Pensamos que todo iba a ser rápido, las investigaciones; no creímos que iba pasar más de un año sin saber dónde están nuestros hijos, pero nos equivocamos”, lamenta.
Cristina Bautista repasa lo ocurrido en estos últimos tres años, desde la creación de la Comisión de la Verdad, tras admitir que, a diferencia de la administración anterior, “ya no nos reciben con gases lacrimógenos; ahora nos abren las puertas”.
Más información en la web