CIUDAD DE MÉXICO
María Teresa Valadez Kinijara es fundadora de Guerreras Buscadoras de Sonora. A su hermano Fernando lo desaparecieron el 11 de agosto de 2015 en Guaymas. Se puso a estudiar leyes y aprendió a buscarlo bajo la tierra, pero tuvo que dejar de rastrearlo cuando sufrió amenazas, intentaron matar a familiares suyos y fue desplazada. Ahora acompaña a otras familias víctimas de desaparición.
El pasado 25 de septiembre, cuando empezó a escribir los nombres de mujeres buscadoras de desaparecidos en el país en la valla que resguarda la recién tomada Glorieta de Colón en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México, las mujeres ahí reunidas le pidieron que también escribiera su nombre.
“¡No manches! ¿Por qué yo?”, les dijo. “Porque eres una de esas mujeres en pie de lucha, que resiste”, le contestaron.
En 24 horas la colectiva Antimonumenta Vivas Nos Queremos logró convocar a madres y familiares de víctimas de feminicidio y desaparición, que no sólo han tenido que enfrentar el dolor de estos crímenes sino también al ineficiente sistema de justicia, para homenajearlas con una acción de toma del espacio público: colocaron en el pedestal donde estaba Colón la figura de una mujer de color púrpura con el puño en alto y la renombraron “Glorieta de las Mujeres que Luchan”.