El sultán de Omán, Qaboos bin Said al-Said, murió en la noche de este viernes a los 79 años, luego de haber detentado el máximo poder político del país por cerca de 50 años, informaron hoy medios estatales.
Además del anuncio oficial de la televisión estatal, la agencia de noticias omaní comunicó en su perfil de la red social Twitter el deceso de quien fuera hasta hoy el líder de Medio Oriente con más años en el poder de su país.
“Con los corazones de los creyentes en el decreto de Dios y su destino, con gran dolor y pena mezclados con el consentimiento completo y la sumisión absoluta al mandato de Dios, el Diwan de la corte real olvidada, Dios Todopoderoso, llora la presencia de Su Majestad el Sultán Qaboos", escribió la agencia.
Qaboos arrebató el poder de Omán a su padre mediante un golpe de Estado no violento en 1970. Ello, con ayuda de Gran Bretaña, antigua metrópoli colonial del país.
Al ser sultán, por tradición tuvo un poder absoluto sobre el presente y el destino de la nación. A lo largo de las cerca de cinco décadas al frente del Sultanato logró amasar un patrimonio neto estimado de 700 millones de dólares, pero pese a esa riqueza y poder, muchos le caracterizaban como un líder benévolo, muy distinto de otros del Medio Oriente.
Apoyado por Estados Unidos y sus aliados occidentales, entre otras cosas por su compromiso en la lucha contra el terrorismo, Qaboos no tuvo hijos ni designó formalmente a un sucesor, lo que dificulta conocer a sólo horas de su muerte quién le sucederá en el trono.