Millones de personas en Siria e Irak corren el riesgo de perder el acceso al agua, a la electricidad y a los alimentos debido al aumento de las temperaturas y al descenso récord del nivel de agua por la falta de lluvias, advirtieron el lunes grupos de ayuda internacional.
Los dos países vecinos, golpeados por años de conflicto y mala gestión, necesitan una intervención rápida para combatir la grave escasez de agua, dijeron los grupos.