BUDAPEST — Los organizadores de la marcha anticipaban una cantidad récord de participantes y les pidieron expresar su oposición a las medidas recientes del gobierno populista del primer ministro Viktor Orban que los críticos afirman estigmatiza a las minorías sexuales en el país de Europa central.
El vocero de Budapest Pride, Jojo Majercsik, dijo que la marcha de este año no sólo es una celebración y un recordatorio de las dificultades históricas del movimiento LGBT, sino una protesta contra las actuales políticas de Orban en contra de los gay, lesbianas, bisexuales, transgéneros y queer.
“Muchas personas LGBTQ tienen miedo y sienten que ya no tienen un lugar o un futuro en este país”, dijo Majercsik a The Associated Press.
La marcha se llevó a cabo después de aprobarse una controvertida ley en el parlamento húngaro en junio que prohibía mostrar contenido a menores que represente la homosexualidad o el cambio de género. Las medidas fueron incluidas en una propuesta de ley que intensifica las sanciones contra los pedófilos.
El gobierno de Hungría afirma que sus políticas intentan proteger a los menores, pero quienes se oponen a la ley la comparan con ley de propaganda gay de Rusia de 2013 y dicen que combina la homosexualidad con la pedofilia como parte de una estrategia para movilizar a los votantes conservadores de cara a las elecciones del próximo año.