JERUSALÉN
Los eventos del orgullo en Jerusalén, que es el hogar de una gran comunidad judía ultraortodoxa, tienden a ser menos estridentes que los de Tel Aviv, más liberal. Un judío ultraortodoxo radical mató a puñaladas a una niña de 16 años en un evento del Orgullo en 2015, un ataque que fue condenado en todo el espectro político.
Solo unas pocas docenas de personas acudieron a protestar por el desfile de este año, y fueron en gran parte ahogadas por la música estridente.
“Creo que estamos mejorando cada vez más”, dijo uno de los manifestantes, Fabio Abulafiya, al tiempo que reconoció que era necesario hacer más. “Es muy importante venir a desfiles como este, no solo a la fiesta ... sino también a protestar por nuestros derechos”.
Una alianza de partidos de extrema derecha que incluía candidatos abiertamente homofóbicos tuvo una actuación sorprendentemente fuerte en las elecciones parlamentarias de marzo y estaba destinada a ser un componente clave en un nuevo gobierno encabezado por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Pero sus esfuerzos por formar una coalición mayoritaria fracasaron, en parte porque los partidos de extrema derecha se negaron a unirse a un pequeño partido árabe que surgió como una especie de hacedor de reyes. Una coalición opuesta a Netanyahu está ahora a punto de poner fin a su récord de 12 años en el cargo .
Jerusalén vio semanas de protestas y enfrentamientos relacionados con el conflicto israelí-palestino que desencadenó una guerra de 11 días en Gaza el mes pasado. La situación ha sido mayormente tranquila desde que entró en vigor un alto el fuego en Gaza el 21 de mayo.