En las pruebas Covid-19 que comenzaron a realizarse a los migrantes varados en la Plaza de la República se han obtenido nuevos casos positivos entre la comunidad y con este diagnostico, los viajeros que buscan cruzar a Estados Unidos no pueden acceder a un albergue gratuito, y deben ponerse bajo vigilancia médica, con aislamiento de forma inmediata.
“Ya han salido casos positivos desgraciadamente, por eso es tan urgente que la comunidad reciba tratamiento médico, que se le de seguimiento y que, quienes están bien, se aíslen para evitar un foco de infección más grande”, mencionó Héctor Silva, director del albergue Senda de Vida.
El refugio que maneja Silva recientemente abrió sus puertas para los migrantes varados, con un espacio para recibir hasta 350 de los más de mil, que están en el sitio público.
Aunque las normas de Covid-19 han sido expuestas a en este sitio por cuadrillas de voluntarios, asociaciones civiles y médicos que constante los visitan, en los alrededores de la plaza se evidencia la imposibilidad de guardar las normas básicas, como sana distancia, uso de cubrebocas, lavado de manos, gel antibacterial y distanciamiento. “Aquí todos estamos durmiendo juntos, solo tenemos una casa de campaña, hacemos lo posible por cuidarnos del virus pero las condiciones son difíciles, afortunadamente nosotros dimos negativo a la prueba, pero hay quienes ya tienen positivo y deben cuidar a sus hijos, es algo muy complicado”, expresó Alba una migrante hondureña antes de subir al autobús que la trasladaría al albergue.
De acuerdo a estadísticas del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM) en la Plaza de la República hay al menos mil personas consideradas migrantes, en su mayoría provenientes de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Su llegada se ha intensificado en las últimas semanas, por ello se prevé que las pruebas Covid-19 se realicen de forma constante, a fin de que el sitio de vuelva más seguro para los extranjeros y locales.
Por lo pronto no hay un informe detallado de autoridades médicas que evidencien cuál es el proceso en concreto que sigue un migrante contagiado de Covid-19, al crecer de afiliación a una institución sanitaria.