Matamoros, Tam.
Los ciudadanos africanos que llegan a esta frontera no sólo tienen que soportar una travesía de meses por más de 10 países para solicitar asilo en Estados Unidos, sino que también enfrentan discriminación.
Encargados de casas de albergues en esta frontera explicaron que son migrantes de otras nacionalidades los que rechazan a las personas de África, principalmente porque no comparten el idioma.
"Desafortunadamente los africanos no pueden comunicarse con ellos (otros migrantes) y simplemente se aíslan para no ser objeto de discriminación", dijo Francisco Gallardo, de la Pastoral Diocesana y la Casa del Migrante San Juan Diego.
Ante esto, precisó, los ciudadanos de África duran poco en el albergue y buscan llegar lo más rápido posible a las estaciones migratorias, donde se concentran.
Por su vulnerabilidad, indicó, las autoridades les permiten esperar en sus instalaciones, donde tienen casas de campaña y deben esperar varios meses para que Estados Unidos procese sus solicitudes de asilo.
Aunque a Matamoros llegan más centroamericanos y cubanos, el número de africanos, según el módulo de atención al migrante, ha ido creciendo en los últimos meses y han ubicado el arribo de unos 60 africanos.
Reforma publicó ayer que desde finales del 2018, y en un fenómeno nuevo para la región, alrededor de 600 personas de África han llegado a las fronteras de Coahuila y Tamaulipas, principalmente a Piedras Negras y Nuevo Laredo.
Los migrantes, que viajan con hijos y familiares, provienen principalmente de El Congo, Camerún y Angola, donde dejan todo para escapar de la pobreza y violencia para buscar ingresar a Estados Unidos.
En una ruta de dos meses en promedio, los africanos cruzan el Océano Atlántico rumbo a Brasil y de ahí viajan al norte por Perú, Ecuador, Colombia, Centroamérica y México, gastando su poco dinero y pidiendo el apoyo de activistas y autoridades.
En Matamoros, personal de salud acude a las dos estaciones migratorias establecidas en los puentes Brownsville-Matamoros y Puerta México, para realizar revisiones médicas a los africanos que llegan de forma constante a estos lugares.
Hasta ahora, sólo se les ha atendido de problemas de salud menores, sin ninguna enfermedad que ponga en riesgo al resto de los migrantes o a la población en general, señalaron las mismas autoridades.