CIUDAD DE MÉXICO
"Trabajo arduamente para separarme de quien quiera qué Michael Bublé debería ser, y es difícil, pero tuve que encontrar la manera de hacerlo para protegerme, porque tal vez esto (mi carrera) no siempre sea tan bueno conmigo, tal vez la gente de pronto ya no quiera venir a verme a los shows o comprar mi música, entonces siempre trato de tener muy claro quién soy además del artista.
"Y parece que cuanto más claro lo tengo y lo separo, mejor se ha tornado mi vida, porque me ha permitido ser libre y enfocarme sólo en tratar de hacer buena música y ser una buena persona", aseguró el canadiense, en videoentrevista. El cuatro veces ganador del Grammy admite que hubo un momento en el que la presión por mantener el éxito se le subió a la cabeza, y no fue hasta después de que su hijo Noah, en 2016, superara un cáncer de hígado, que su perspectiva hacia lo verdaderamente importante cambió radicalmente, pausando incluso su carrera por un tiempo. "Por muchos años, sobre todo los primeros de mi carrera, mucho de lo que hice fue guiado por el miedo: tenía tanto miedo de perderlo todo, del '¿qué pasaría si el siguiente tema no fuera bueno?', '¿qué pasaría si no le gustara a la gente?'.
Todo era '¿qué pasaría.?'. "Así que cuando empecé una familia y atravesamos este tema de salud, con Noah, me di cuenta rápidamente de que ninguna de esas tonterías importaba", destacó el músico, de 46 años. Por ello, hoy, si bien agradece todo lo que ha construido durante más de dos décadas de trayectoria, siempre cobijado por el cariño y apoyo del público, para él, el reconocimiento y logro más grande no radica en la fama, sino en saber ser un gran padre y trabajar para ser un buen ejemplo. "Estoy muy agradecido por la vida que se me ha dado con todas esas personas maravillosas alrededor del mundo apoyándome, pero soy más feliz porque me he convertido en un gran padre, en una gran persona, y creo que al final es todo lo que importa, y en ese sentido sólo tú sabes si realmente estás viviendo una buena vida.
"Esta pregunta fue fundamental para mí, para encontrar mi felicidad, porque incluso antes de que mi hijo fuera diagnosticado no era feliz, y estaba permitiendo que mi inseguridad y todo mi miedo tomara las decisiones, y no fue divertido, entonces me hice esa promesa de separar todo esto y ser libre". Fueron precisamente esas ganas de esparcir alegría y compartir en familia las que lo llevaron a querer sacar su primer álbum navideño en 2011, al que tituló Christmas y el cual, con más de 16 millones de copias vendidas a nivel mundial, se ha convertido en su disco más redituable hasta ahora. Hoy lo conmemora con un relanzamiento que incluye dos temas nuevos, una versión del clásico "Let It Snow" y "The Christmas Sweater", con otros bonus tracks.
"Todo lo que ha pasado con este disco es un enorme privilegio. Ser invitado a las casas de millones de personas por todo el mundo para celebrar algo que significa tanto para todos es un honor, soy realmente afortunado. "No sé por qué pasó conmigo, no sé cómo, pero, sin duda, Dios me ha bendecido mucho con esto y me encanta, ¡es genial!", expresó, emocionado.