Cuando el médico urgenciólogo Gustavo Gutiérrez tomó protesta de su profesión hace más de 16 años, jamás imaginó que se haría famoso por subir una fotografía a sus redes sociales, en donde se le ve portando un traje aislante mientras consulta a pacientes Covid-19.
Lo que llamó la atención, es que al estar cubierto de pies a cabeza, de su pecho sobresalía una fotografía con su rostro. En cuestión de minutos, la imagen tenía miles de compartidos y comentarios.
Ahora, gracias a su popularidad ha atendido a más de mil 200 pacientes en lo que va de la contingencia, bajo un método de consultas a domicilio, por llamada o herramientas digitales.
“Yo quise ponerme la foto sobre el traje porque cuando un médico vestido así entra a una casa llega a asustar; yo quería cambiar eso, el decir a la gente: sí estoy protegido, enmascarado, pero dame tu confianza, te voy a ayudar, y cuando me tomaron la foto jamás imaginé todo lo que iba a pasar; en una noche tuve más de mil seguidores, fue una sorpresa”, comentó.
De tener pacientes locales, ahora sus técnicas en contra del Covid-19 han rebasado las fronteras, pues gracias a las nuevas tecnologías, sus consultas se replican en Nuevo León, Veracruz, Estado de México, Sinaloa, así como en Ciudad Victoria, Tampico y Matamoros, en lo que dedica todo un día.
Gutiérrez asegura que al menos el 80 por ciento de los enfermos que él atiende logran recuperarse de forma satisfactoria.
“Yo me di cuenta de algo muy importante que tienen en común los pacientes, y es la deshidratación; debido a que yo atiendo esa pequeña diferencia mis pacientes se han recuperado, aunque también tiene que ver el seguimiento, la evolución, el tratar enfermedades de base y claro medicamentos, estudios, pero afortunadamente el 80 por ciento sale adelante”, señaló
LA HISTORIA
El doctor, originario de Ciudad Mante pero radicado en Reynosa, sufrió en junio los efectos del Covid-19, al tener un diagnóstico positivo para él mismo.
De los síntomas y su proceso de mejora obtuvo la inspiración para salir a las calles. “A mí me dio coronavirus cuando no había camas en los hospitales, faltaban medicamentos, los servicios estaban saturados, justo en el pico de la pandemia, por eso cuando me recuperé, decidí no parar, al contrario, recibía pacientes en mi casa, pero luego para evitar exponer a mi familia o vecinos, surgió el ir a domicilio”.
Con su viralidad se ha convertido en una de las figuras de salud más importantes para los tamaulipecos, e incluso medios internacionales como el New York Times lo han buscado para dar su testimonio.
La primera solicitud de entrevista dijo la consideró una broma, pero ahora, disfruta recordar aquella fotografía.
“Para mí hay un antes y un después del coronavirus, primero porque soy un sobreviviente, pero por todo esto yo no me considero un héroe, solo soy un servidor; así como yo, hay muchos compañeros que están trabajando, desde paramédicos y otros que no se dedican al sector salud pero que forman parte de una cadena, que no puede parar”, advirtió el galeno.
En palabras de él mismo
- “Yo me di cuenta de algo muy importante que tienen en común los pacientes, y es la deshidratación; debido a que yo atiendo esa pequeña diferencia mis pacientes se han recuperado”.
- “A mí me dio coronavirus cuando no había camas en los hospitales, faltaban medicamentos, los servicios estaban saturados, justo en el pico de la pandemia, por eso cuando me recuperé, decidí no parar”.
- “Yo quise ponerme la foto sobre el traje porque cuando un médico vestido así entra a una casa llega a asustar; yo quería cambiar eso, el decir a la gente: sí estoy protegido, enmascarado, pero dame tu confianza, te voy a ayudar”.
“Para mí hay un antes y un después del coronavirus, primero porque soy un sobreviviente, pero por todo esto yo no me considero un héroe, solo soy un servidor”.