CIUDAD DE MÉXICO, agosto 8 .- El central llegó al club universitario directo del Monterrey, que lo desechó porque pensó que nunca daría el estirón, por alrededor de tres millones de dólares, una ganga si se toma en cuenta que ahora está tasado en siete... O un poco más.
Como la política de esta directiva felina es gastar lo menos posible —la muestra está en los foráneos de poca monta que trajeron para esta campaña (un brasileño de la Cuarta División es la prueba)—, ese dinero le caería de maravilla; ahora, lo único es saber en qué se va a invertir, y dónde va a quedar. Eso sí, la zaga quedaría más que debilitada, porque opciones en esa posición no hay.