WASHINGTON — Biden anunció en septiembre que más de 3,5 millones de empleados federales tenían que inocularse, sin la alternativa de hacerse pruebas regulares, a menos que lograran quedar exentos por motivos médicos o religiosos. Un funcionario federal dijo que la gran mayoría de los trabajadores estaban totalmente vacunados y que un número más reducido cuenta con solicitudes de excepción aprobadas o en curso.
En total, más del 95% de los empleados federales están en orden con el mandato de Biden, dijo el funcionario, ya sea porque fueron vacunados o solicitaron excepción. Los trabajadores que no cumplan con el requisito iniciarán un proceso de “orientación” que podría terminar en su despido si no se vacunan o consiguen la excepción.
El funcionario habló bajo condición de anonimato para discutir las estadísticas ya que no estaba autorizado para hablar antes de su publicación oficial dentro de unas horas.
La fecha límite es una gran prueba para el intento de Biden de convencer a las personas en el país de inocularse, ya que su gobierno ha enfatizado que la vacunación es la forma más segura para que el país salga de la pandemia. Además de la norma para trabajadores federales, su gobierno intenta convencer a grandes empresas a implementar requisitos de vacunación o prueba que abarcan a más de 84 millones de trabajadores, aunque se suspendieron planes para implementarlo en enero mientras se desarrollan litigios.
Había bastante temor de que los empleados federales no cumplieran con el mandato, sobre todo en agencias policiales y de inteligencia donde abiertamente se expresó rechazo, y entre trabajadores federales involucrados en el sector de viajes en un momento en que inicia una transitada temporada festiva.
La Casa Blanca señaló que no anticipan alteraciones a causa del mandato. En la Administración Federal de Aviación (FAA), 99% de sus empleados están en orden, en la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) el 93% y en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) el 98%.