Una vez más, familias campesinas de Reynosa sufren de marginación pues no fueron tomados en cuenta en las jornadas de vacunación contra el Covid-19.
“Por más que se les solicitó a quienes organizan esas actividades, el envío de por lo menos dos módulos para que los adultos mayores del campo se vacunaran y se protegieran contra el coronavirus, no obtuvimos respuesta alguna”, lamentó Marcelino Uresti Marroquín, presidente del 14 Comité Regional Campesino.
De por sí, hay apatía por parte de la gente y trasladarse de lugares lejanos a la ciudad resulta muy incómodo y más aún si la persona sufre de alguna enfermedad.
El dirigente cenecista sugirió al gobierno federal buscar otras estrategias para hacer llegar las dosis a por lo menos los ejidos más poblados, a los cuales se dirigirían el resto de las familias que habitan el sector rural.
Por lo pronto, muchos compañeros de edad avanzada no recibieron la vacuna y eso los pone en una situación difícil pues son ya personas pertenecientes a grupos de riesgo.
Creo, añadió, que no costaría gran cosa instalar uno o dos módulos en el campo y eso debieran valorarlo quienes están al frente de los referidos programas por parte del gobierno federal.
Tal vez les faltó sentido humanitario, pues con su actitud están perjudicando la salud de quienes viven en las comunidades rurales llámense adultos mayores así como el resto de todos ellos.