Marcell Jacobs se convirtió en el heredero de Usain Bolt en la prueba reina de la velocidad al cruzar la meta del Estadio Olímpico de Tokio en 9.8 segundos. Es el primer oro de Italia en esta disciplina.
Incluso en una carrera sin favoritos claros, la victoria de Jacobs fue toda una sorpresa. Superó al estadounidense Fred Kerley, que se quedó con la plata, y al canadiense Andre DeGrasse, quien terminó tercero, para ocupar un trono que durante los últimos 13 años tuvo un único dueño: Bolt, ahora retirado.
Poco antes, la venezolana Yulimar Rojas hacía historia en la fosa al batir un récord del mundo de salto triple de hace 26 años con una marca de 15,67 metros que la encumbró a lo más alto del podio. Es la primera mujer de su país que se consagra campeona en unos Juegos.
Rojas, que dominó la prueba desde su primera incursión, saltó 15,67 metros en su sexto y último intento. Eclipsó así la plusmarca de 15,50 lograda por la ucraniana Inessa Kravets en 1995.
La portuguesa Patricia Mamona se llevó la medalla de plata con 15,01 metros y la española Ana Peleteiro obtuvo el bronce con 14,87. La colombiana Caterine Ibargüen, defensora del título, quedó décima con 14,25,
El triunfo de Jacobs cerró una noche dorada para Italia. Minutos antes, su compatriota Gianmarco Tamberi, que fue el primero en abrazarlo al cruzar la meta, empató con el catarí Mutaz Essa Barshim por el oro en la prueba de salto de altura.
Especialista en salto de altura durante años, hasta el domingo, el mayor logro deportivo de Jacobs – nacido en El Paso, Texas, de padre estadounidense y madre italiana – había sido su triunfo en los 60 metros indoor en los campeonatos de Europa.
Ahora, su nombre pasará a la historia junto al de Bolt como campeones olímpicos en el hectómetro.
Su hazaña se hizo mucho más asequible cuando el estadounidense Trayvon Bromell, que se perfilaba como favorito al llegar a Tokio con la mejor marca del año, 9.77, no logró un boleto a la final tras terminar tercero en su semifinal.
La otra medalla de oro del día en atletismo fue para la lanzadora de bala china Gong Lijao, que superó a la estadounidense Raven Saunders y a la neozelandesa Valerie Adams.
Saunders, que es abiertamente homosexual y utiliza una mascarilla de Hulk cuando compite, cerró la ceremonia de premiación levantando los brazos sobre su cabeza y formando una "X" con las muñecas. "Es en la intersección donde se encuentran todos los oprimidos", explico.