Aunque otros lo han eclipsado en algunos capítulos del libro de récords, el legado de Peyton Manning en la NFL prevalecerá mucho más allá de 2021. Manning, el quarterback cuya atención meticulosa a los detalles ayudó a transformar el fútbol americano del siglo XXI en una partida de ajedrez, reservó el sábado su lugar en el Salón de la Fama, en el primer año en que podía ser elegido.
Manning, hijo de la leyenda de los Saints Archie y hermano del bicampeón del Super Bowl Eli, ingresará este año como miembro del recinto de Canton. Le hará compañía otro candidato que apareció por primera vez en la papeleta, el defensive back Charles Woodson, quien lo superó en la conquista del Trofeo Heisman en 1997 y pasó después casi dos décadas intentando detenerlo.