Después de haber cerrado siete de sus ocho pasos fronterizos con la vecina Serbia, Croacia empezó a transportar este viernes a cientos de refugiados procedentes de países de Oriente Medio en autobuses hacia Hungría.
Manda Croacia a refugiados para Hungría
Después de haber cerrado siete de sus ocho pasos fronterizos con la vecina Serbia, Croacia empezó a transportar este viernes a cientos de refugiados procedentes de países de Oriente Medio en autobuses hacia Hungría.
Osijek, CroaciaDecenas de autobuses llevaron entre mil y mil 700 refugiados hasta la localidad croata de Baranjsko Petrovo Selo para que, desde allí, sean enviados al poblado húngaro de Beremend, situado nada más pasar la frontera, donde llegó esta tarde un tren con otros mil refugiados.En la frontera les esperan más de un centenar de policías antidisturbios húngaros que acordonaron la zona, de modo que algunos refugiados empezaron a correr por los campos hacia Hungría.El Ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, acusó a las autoridades de Croacia de estar incentivando que masas de refugiados estén cruzando ilegalmente la frontera común y, por tanto, cometiendo un delito.Croacia declaró esta mañana haber recibido a más de 13 mil 500 refugiados. El Primer Ministro croata, Zoran Milutinovic, advirtió de que su país no puede controlar el flujo de inmigrantes y refugiados que están llegando desde Serbia.Los exiliados que llegaron a Croacia atravesaron la frontera serbo croata desde varios puntos, sobre todo, el cruce entre las localidades de Sid y Tovarnik.Muchos de ellos procedían de campos improvisados en el noreste serbio, a unos 200 kilómetros, tras ser rechazados por las fuerzas de seguridad húngaras en la valla y alambradas que conducen a la ciudad de Roszke, ya del lado magiar.En la localidad fronteriza croata de Tovarnik se desplegaron agentes antidisturbios con cascos para controlar las llegadas y mantener a los refugiados alejados de las vías del tren.Hasta el momento, las autoridades croatas han mantenido el orden en la gestión del tránsito. Camiones llevan a los recién llegados del paso fronterizo al registro en Tovarnik, y de ahí en autobuses o trenes a centros de acogida como el de Jezôvo, en Zagreb, especializado en la inmigración irregular.Pero el flujo, con la frontera húngara cerrada y la llegada regular de autobuses desde Macedonia a través de Presovo, puso al límite sus capacidades.Wael, sirio de 27 años, natural de Damasco, es uno de esos miles que empezaron a cruzar el miércoles.Llegó a buena hora, en uno de los primeros autobuses, al último cruce de la carretera que une Sid, del lado serbio, con Tovarnik, en el condado croata de la histórica Vukovar, la ciudad que simboliza la sangrienta lucha entre croatas y serbios en los años noventa del siglo 20.Wael no pierde un ápice de sonrisa, mientras recuerda, en un inglés con marcado acento australiano -amigos de tan lejos le enseñaron el idioma- su escasa fortuna.Cuando quiso llegar al norte de Serbia para cruzar hacia Roszke, en Hungría, era 15 de septiembre, Budapest ya había desplegado sus fuerzas y cerrado el paso.Tuvimos muy mala suerte, dice este licenciado en Economía.El Ministro del Interior, Ranko Ostojic, indicó que quienes quieran pedir asilo en Croacia serán llevados a centros de registro, en cumplimiento de la normativa europea, y que los que no quieran solicitarlo serán considerados inmigrantes irregulares.Sin embargo, añadió que no es aceptable que Croacia sea tratada como un país en que se deben respetar los acuerdos internacionales y que eso no se haga en los países de los alrededores por los que pasan los inmigrantes, en referencia a Hungría.Hungría construye otra alambradaLas autoridades húngaras informaron de que 453 refugiados entraron en Hungría desde Croacia de forma ilegal, en las cercanías del punto de encuentro de las fronteras húngaro-croata-serbia.Según la reciente ley de inmigración, el cruce ilegal de la frontera es un delito en Hungría, con penas de hasta tres años de cárcel, aunque hasta el momento los tribunales han optado por dictar expulsiones de los inmigrantes interceptados.El Premier de Hungría, Viktor Orban, anunció este viernes que su país arrancó la construcción de una valla alambrada de metro y medio de altura a lo largo de 41 kilómetros en la frontera con Croacia.Defenderemos las fronteras del país. No era esto a lo que nos preparábamos en los últimos 20 años, no queríamos un mundo así, señaló Orban en una entrevista a la radio pública Kossuth.Reacción alemanaEl Ministro de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel, advirtió en una entrevista al diario Bild de que los países que no ayuden a los refugiados que están llegando masivamente a Europa no recibirán fondos comunitarios.Europa es una comunidad de valores basados en la empatía humana y en la solidaridad, dijo Gabriel, añadiendo que aquellos que no comparten sus valores no pueden contar con su dinero.Gabriel criticó que, mientras Alemania construye nuevas instalaciones para acoger a los recién llegados, sus vecinos del este levantan vallas con púas en sus fronteras para frenar el flujo migratorio.El Vaticano acoge a una familia refugiada siriaEn respuesta a un llamamiento realizado por el Papa Francisco, la Ciudad del Vaticano anunció que acogió a una familia que huye de la guerra de Siria.La familia -un padre, una madre y sus dos hijos- llegó desde Damasco y pertenece a la iglesia católica greco-melquita, que tiene fuertes lazos con la iglesia católica.El Vaticano afirmó en un comunicado que la familia, que no ha sido identificada, llegó a Italia el 6 de septiembre, el día en que el Papa Francisco pidió que cada parroquia europea abriera sus puertas a una familia de refugiados.Los cuatro sirios pidieron asilo.Según la ley, durante los primeros seis meses tras la petición de asilo, aquellos que buscan protección internacional no pueden trabajar. Durante este tiempo, la parroquia de Santa Ana les ayudará y acompañará, aseguró el Vaticano.