Aunque la boda de Gabriel Soto e Irina Baeva pintaba para ser el acontecimiento mediático del momento, el panorama cada vez luce peor. Y es que trascendió que Geraldine Bazán envío una carta al Vaticano para estropear que Irina llegue al altar. Según el portal “El Borlote”, Bazán envió la misiva al Vaticano pues “ante Dios, sigue siendo Gabriel su esposo”, si bien ya están divorciados desde el 2018.
A decir del padre José de Jesús Aguilar, “no hay nada que pueda disolver el matrimonio (religioso) después de que ya se haya realizado. Cuando el matrimonio se ha dado totalmente válido, aunque las dos personas quieran después anularlo, no se puede hacer porque están casados, no se trata simplemente de un acuerdo, se trata de un sacramento donde se hizo un juramento ante Dios”.
La única posibilidad de anular un matrimonio, explicó el padre a Telemundo, es declarar que nunca existió; sin embargo, la misiva de Geraldine precisa que ella sigue casada con Soto.