Las torturas esconden algo más profundo que es el deseo, a veces la necesidad, de sujetos psicológica y socialmente débiles, de mostrarse grandes, fuertes y valientes.
Maltrato animal: Signo de alarma psiquiátrica
Las torturas esconden algo más profundo que es el deseo, a veces la necesidad, de sujetos psicológica y socialmente débiles, de mostrarse grandes, fuertes y valientes.
El problema de maltrato animal casi siempre nace en los primeros años de vida y en la actualidad, cerca del 30 por ciento de los actos de violencia contra los animales es realizado por menores, muchas veces en grupo, el 94 ciento son hombres y el 4 ciento menores de 12 años. El perfil psicológico de una persona que comete estos actos hacia los animales dice mucho de su vida, de su personalidad y de su historia, ya que de acuerdo a la psicóloga Mary Rivas, suelen tener problemas no solo psicológicos, sino psiquiátricos desde mucho antes de su edad adulta, y en este caso, se debe poner atención a los signos de alarma psiquiátrica. Asegura que estas torturas esconden algo más profundo que es el deseo, a veces la necesidad, de sujetos psicológica y socialmente débiles, de mostrarse grandes, fuertes y valientes. Se trata a menudo de personas que comprenden sus límites sociales, intelectuales o culturales, en la persecución de la criatura más débil, sin embargo, por un momento se sienten más potentes, o mejor dicho, menos impotentes. Identificar a alguien más vulnerable y frágil es una manera fácil para no sentirse los últimos de la cadena. La familia, dijo, es el lugar principal donde el ser humano crece y aprende los comportamientos, las emociones, los sentimientos y los rasgos que caracterizarán su personalidad. Si dentro del hogar abusar de otros es visto como algo normal, con toda probabilidad esta actitud será emulada por el niño.¿QUÉ LLEVA A UNA PERSONA AL MALTRATO ANIMAL?“Las razones por las que un niño o un adulto llega a maltratar a un animal pueden ser varias, como la falta de empatía por haber sido víctima de abusos, maltratos o abandono, así como la falta de una educación adecuada, dirigida a reconocer el animal como un ser vivo, aunque diferente o, finalmente, la emulación de los gestos violentos cometidos por los padres hacia él o hacia el animal”, explicó la psicóloga. Lo mas preocupante, comenta, es que los sujetos con antecedentes de maltrato animal son cinco veces más propensos a cometer violencia intrafamiliar, y por otra parte, según algunos estudios recientes, el 36 por ciento de los asesinos en serie vivió episodios de crueldad hacia los animales durante la infancia. Finalmente, según la psicóloga, “no todo individuo que haya maltratado animales será un maltratador de humanos; sin embargo, casi todos los individuos que son maltratadores de humanos han tenido episodios de abusos hacia los animales en la infancia, por tanto, es un buen predictor de los trastornos de conducta futuros”. El trastorno de conducta es corregible, pero una vez que haya evolucionado en un trastorno antisocial de personalidad es muy difícil hacer algo diferente de la represión.
TRASTORNO. Actos de violencia contra especies animales revelan problemas psicológicos por abuso y maltrato normalmente en edad infantil.