Los últimos sobrevivientes del Super Bowl
Atlanta, Ga.Don Crisman menciona con precisión el momento cuando inició la racha: el 15 de enero de 1967. El precio de la entrada para el Super Bowl en el Coliseo Memorial de Los Ángeles costaba 12 dólares.“Buenos asientos”, dijo Crisman, de 82 años. “Se podían comprar boletos por 6 y 10 dólares. Esos eran los tres precios”.Hoy, Crisman, Gregory Eaton y Tom Henschel acudirán al Super Bowl 53. Son los últimos sobrevivientes del “Never Miss a Super Bowl Club” (El club nunca me perdido un Super Bowl), los únicos fanáticos de los que se tenga referencia de concurrencia perfecta al partido más trascendental de la NFL.El costo de los boletos se ha disparado con el paso de los años. Eaton dijo que pagó 2.000 dólares para el Rams-Patriotas el domingo. Lo más que pagó fue 3.000 para el Super Bowl 48 en East Rutherford, Nueva Jersey, en 2014.Ahora, con los Rams midiéndose ante Tom Brady y los Patriots en Atlanta, mantener la racha es más importante que el precio. No siempre ha sido un paseo.Henschel, de 78 años, y un fanático de los Steelers que vive cerca de Pittsburgh, casi se perdió la cita de Nueva Orleáns para el Super Bowl 6 en 1972.Crisman casi se perdió el Super Bowl 2 en Miami cuando una tormenta obligó que su avión privado aterrizara en una base abandonada de la Fuerza Aérea en Carolina del Sur. Tuvo que tomar un tren que demoró 24 joras en llegar a Miami, a solo dos horas del inicio del partido Packers-Raiders.