“Mami diles que me dejen, ya no quiero que me lastimen”. Esta, es la petición de la pequeña Andrea Suhey Morales Ostos quien recientemente fue sometida a una cirugía en la cabeza.
Los ‘doctores de la risa’ esfumaron la depresión a la niña Andrea Suhey
“Mami diles que me dejen, ya no quiero que me lastimen”. Esta, es la petición de la pequeña Andrea Suhey Morales Ostos quien recientemente fue sometida a una cirugía en la cabeza.
Andy como la llaman cariñosamente, sufre de hidrositosis, un padecimiento que le estaba provocando una laceración en el cráneo que ponía en riesgo su vida.
Los constantes estudios que le realizan a esta pequeñita son dolorosos y por ello, su estado de ánimo había decaído.Valeria Suhey Ostos Ruiz, madre de la menor, comenta con lágrimas en los ojos que es difícil ver sufrir a su hija por lo que a diario trata de explicarle que todo es por su bien.“Mi hija ya se cansó de tantos estudios, llora, está deprimida. Estos fueron los peores días, es muy difícil porque es una niña de cuatro años. Me dice que por qué yo dejo que la lastimen y yo no puedo hacer nada”.
SONRÍEEl día de ayer luego de acudir a uno de sus tratamientos, Andrea fue sorprendida por los “doctores de la risa”.Los padres de la menor la llevaron hasta un conocido restaurante local donde ya la esperaba un día lleno de alegría y regalos.Andrea llegó al lugar cansada y seria pues acababa de acudir al doctor para iniciar con sus tratamientos de quimioterapia.Al observar a los doctores con sus naricitas rojas, se mostró sorprendida pero de inmediato aceptó darles un gran abrazo.Los doctores “yoguita”, “patito”, “brochita”, “arcoiris” y “X”, la recibieron entre aplausos, abrazos, porras y regalos.Le contaron una historia sobre una pequeñita que tras superar las adversidades, se da cuenta que es única y especial.Posteriormente le entregaron algunos regalos y al conocer la historia de esta pequeñita, el restaurante le obsequió un desayuno y juguetes.Andrea fue nombrada como doctora Estrellita por lo que le entregaron una naricita.La pequeñita no dejó de sonreír y agradeció este noble gesto de los “doctores de la risa” al llevarle alegría tras los dolorosos estudios que le practican.