La sociedad civil se unió ayer a trabajadores del Poder Judicial de la Federación para protestar contra la reforma judicial. La protesta se realizó en un ambiente de unidad y calma en la plaza Niños Héroes, a donde acudieron unas 50 personas, entre ciudadanos y miembros de la Iniciativa Privada.
Los participantes, que portaban banderas y pancartas y vestían de blanco, expresaron su inconformidad con la reforma propuesta por el Ejecutivo federal.
Rogelio Josué Martínez Jasso, magistrado integrante del Primer Tribunal Colegiado en Reynosa, explicó que la reforma aún no se ha concretado y sigue en proceso.
La discusión sobre la reforma está pendiente en el Senado y, según los medios de comunicación, podría abordarse tentativamente el próximo miércoles.
Martínez Jasso detalló que la reforma, tal como está planteada, busca eliminar los nombramientos y designaciones actuales de jueces y magistrados federales, que suman aproximadamente 1,700 en todo el país. Además, propone que la designación de nuevos jueces y magistrados se realice mediante votación popular en lugar de concursos de oposición.
Esta modificación atenta contra la imparcialidad y la independencia del Poder Judicial, ya que la selección actual garantiza la capacidad y preparación de los aspirantes mediante exámenes rigurosos, en lugar de depender de influencias políticas.
El magistrado enfatizó que la reforma también podría resultar en despidos injustificados de los jueces y magistrados actuales.
Jesús Desiderio Elizondo Cavazos, juez de distrito especializado en materia de trabajo, con sede en esta ciudad, añadió que la reforma no sólo afecta a los jueces y magistrados, sino que también socava la estructura de la carrera judicial.
Destacó que la reforma plantea una preselección de candidatos por los grupos políticos, lo cual podría inclinar la balanza a favor de perfiles alineados con estos grupos, comprometiendo así la independencia judicial.
El juez Elizondo Cavazos subrayó la importancia de la formación rigurosa en la carrera judicial, que asegura que los mejores perfiles sean los que lleguen a ser jueces y magistrados federales.
La reforma desvirtúa este proceso y pone en riesgo los principios fundamentales de imparcialidad y autonomía que sustentan el sistema judicial democrático.
La manifestación en Reynosa es parte de una serie de acciones a nivel nacional en contra de la reforma propuesta.
Los trabajadores del Poder Judicial de la Federación y sus aliados continúan demandando un análisis más profundo de la reforma por parte de los senadores, con la esperanza de que se preserven los principios fundamentales de la justicia y la independencia judicial en México.