La “cuesta de enero” ya alcanzó hasta marzo y no se sabe cuándo concluirá, situación que es motivo de preocupación para familias trabajadoras que sufren los estragos causados por la inflación y sus consecuentes alzas en precios de productos básicos.
“Puede decirse que casi todo o todo lo considerado como comestible de la canasta básica ha incrementado su precio, lo mismo el huevo, leche, aceite comestible, la tortilla, lesionando así a la muy golpeada economía familiar”, dijo Filiberto López Adame, secretario general del STIE Sección 125.
Años atrás, la temida cuesta de enero terminaba a más tardar al mes siguiente, en febrero, pero ahora ya se amplió a marzo y todo indica que podría ser hasta abril cuando concluya.
Mientras tanto, las consecuencias están a la vista, pues lo mismo suben los comestibles de la canasta básica que los combustibles, llámense gasolinas, pero afortunadamente se han tenido bajas en los precios del gas butano o LP.
Por su parte, el incremento salarial que entró en vigor el primero de enero del presente año ya quedó en nada y fue ‘devorado’ por la inflación y los ajustes en precios de productos, que son parte de la dieta del proletariado, por hablar de un sector de la población, señaló López Adame, dirigente de los trabajadores de la industria embotelladora.