Las altas temperaturas que se han registrado en el transcurso de la Canícula que inició el pasado 3 de julio y concluirá el 11 de agosto, ha tenido un efecto negativo en la calidad y caducidad de alimentos que se consumen frescos.
Por lo que la Secretaría de Salud ha emitido una alerta a prevenir el consumo de alimentos que se descomponen al no estar debidamente refrigerados o frescos antes de consumirse.
El calor y altas temperaturas generadas provocan un rápido deterioro en los alimentos, que al consumirse en mal estado pueden ocasionar algunos malestares.
- Productos lácteos, carnes frías, frutas y verduras, deben permanecer debidamente refrigerados y frescos para su apto consumo y prevenir malestares por consumirlos echados a perder.
Pierden su caducidad rápidamente al exponerse al calor.