Pocos ciudadanos se acordaron de visitar las tumbas de sus papás ya fallecidos y cuyos restos descansan en diferentes panteones de Reynosa.
Apenas unos cientos de personas armados con machetes y azadones acudieron ayer domingo, fecha en que se celebró el Día del Padre para limpiar los sitios donde yacen sus progenitores.
Según empleados del panteón municipal Sagrado Corazón de Jesús, fueron pocas las personas, en comparación con el Día de la Madre, que se acordaron y tuvieron tiempo de ir a los cementerios para recordar las vivencias y los buenos momentos que tuvieron con sus padres.
Algunos de ellos adquirieron una corona de flores o un arreglo que depositaron en las tumbas por el Día del Padre.
DESOLADO ASPECTOEl aspecto que ofrece hoy en día el referido camposanto es pésimo, pues la hierba está crecida y en algunos casos las sepulturas apenas se alcanzan a ver.
Los pasillos, también, estuvieron plagados de maleza y el riesgo de ser agredidos por las plagas de zancudos estuvo presente en todo momento, por lo que algunos visitantes al lugar hicieron un llamado a las autoridades municipales para que pongan mayor atención en este tipo de necesidades, entre las que destacan el mejorar el aspecto que brindan los cementerios.