Empero, es ahora incuantificable los costos y perdidas que ello representó, pues durante los días sin servicio de energía eléctrica, fueron aplazadas audiencias, tramites, finiquitos y pago a empleados.
Los patrones también fueron afectados al postergarse diligencias y procesos laborales iniciados ante la representación.
Al menos así lo informó Jorge Luis Barajas, vocal obrero ante la Junta de Conciliación y Arbitraje al ser consultado por EL MAÑANA.
Reconoció que la contingencia de suspensión en el servicio eléctrico en dichas oficinas, provocó más rezago en expedientes y trabajo, así como suspensiones y términos de audiencias en perjuicio de trabajadores y patrones.
Además, el impacto de pérdidas económicas que no se pueden estimar por ahora, pues trabajadores no recibieron pagos, compensaciones o indemnizaciones ante la ausencia de establecer la formalidad de finiquitos a través de las Juntas de Conciliación y Arbitraje.
Apenas en febrero pasado se suspendieron por espacio de 10 días las actividades de las Juntas de Conciliación y Arbitraje por causa de un brote de contagio de Covid-19 entre trabajadores y usuarios.