Alrededor de 200 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) llegaron ayer a Reynosa para incorporarse al grupo de fuerzas especiales en la frontera norte, dedicado a la vigilancia y combate al crimen organizado.
Su arribo ocurrió poco después de las 10:00 horas en un vuelo privado desde la Ciudad de México hacia el Aeropuerto Internacional Lucio Blanco.
La aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana fue la encargada de transportarlos.
En fila descendieron hasta una de las orillas del hangar donde posteriormente abordaron más de una decena de vehículos especiales que los trasladaron hacia las instalaciones de la Octava Zona Militar.
“El refuerzo del personal se lleva a cabo como parte de la fuerza de tarea conjunta para inhibir las actividades de la delincuencia organizada en el estado de Tamaulipas, lo que incrementa el nivel de confianza, cercanía y respeto de parte de la población hacia su ejército y Fuerza Aérea Mexicanos”, se expone en un comunicado oficial.
Antes de que llegaran a la Octava Zona Militar, los uniformados recogieron sus pertenencias y equipo, además se dividieron en grupos de trabajo.
“El personal del ejército y fuerza aéreas demuestra sus capacidades, destrezas y habilidades adquiridas mediante su adiestramiento para poder aplicarlas en este tipo de actividades, le permite controlar los riesgos que representa la delincuencia organizada hacia la población civil”, se agregó en el documento.
La labores que estarán desarrollando en Reynosa serán variadas, pero enfocadas al combate al crimen organizado.
Conforme la necesidad, serán desplegados en otros municipios vecinos y también del interior del estado.
Actualmente, en esta frontera se encuentran desplegados de manera permanente elementos de la Guardia Nacional con apoyo aéreo, así como agentes de la Policía Estatal para realizar tareas de seguridad en diversos sectores de la ciudad.
De esta manera, los refuerzos militares enviados a esta ciudad permitirán extender y fortalecer los patrullajes de vigilancia, así como participar en eventuales situaciones de emergencias climatológicas como el Plan DN-III en casos de desastre.
El arribo de las tropas provocó entre la población una sensación de tranquilidad al ser acciones orientadas a garantizar el orden y la paz de las familias tamaulipecas.
Los 200 efectivos del Ejército fueron desplegados para reforzar la seguridad de la frontera norte contra la delincuencia.