¡Nos estamos mojando, tenemos frío y hambre!

Empeoran condiciones para los refugiados; “Somos expulsados, no delincuentes”, señalan

El Mañana/Staff,- “Nos estamos mojando, tenemos frío, no hay un baño, tampoco comida, ¿dónde están los derechos humanos?, no somos delincuentes, somos expulsados de un país donde no hay oportunidades”, es el mensaje con el que Carmen, migrante proveniente de Honduras, describe la situación en la que ella junto con su familia enfrentan en las calles de Reynosa el clima proveniente del frente frío número 10. 

El termómetro que ha descendido hasta los seis y siete grados con lluvias en las últimas horas, ha evidenciado que en esta frontera no hay suficientes albergues para quienes han llegado en búsqueda del sueño americano. 

Por ello utilizan cobijas, ropa donada, plásticos y lonas publicitarias para mantenerse abrigados. “Es más difícil para nosotros, y pedimos ayuda para encontrar un lugar seguro dónde dormir, por humanidad”, agregaron. 

  • Desde el pasado miércoles es que el frío comenzó a intensificarse en esta frontera, pero en aquel momento EL MAÑANA reportó que las fogatas les servían de apoyo a las miles de familias que no han alcanzado cupo en los albergues. 

Pero desde el pasado viernes y ayer sábado fue imposible encender el fuego, ya que las lluvias mantenían los pedazos de madera húmedos, haciendo más complicada su estancia.

En el borde del río Bravo, las corrientes de aire frío rebotan en los campamentos improvisados, donde migrantes de Haití, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, entre otras nacionalidades esperan una respuesta al trámite de asilo en Estados Unidos. 

“Tenemos aquí un mes y sabemos que hay personas que llevan más; en estas semanas hemos sufrido mucho, pero es preferible estar así a regresar, porque en Guatemala enfrentamos amenazas, nos sacaron de nuestros negocios, dejamos nuestra casa”, dijo Edwin, migrante

 

También son mexicanos… 

El frío y lluvia prevalecerán en esta región hasta la próxima semana, y ante los afectados que carecen de refugio, también están migrantes connacionales, en su mayoría provenientes de Guerrero, Chiapas y Puebla.

“Aquí no tenemos ninguna preferencia, no hemos podido pasar a los albergues porque ya están llenos, así que sí estamos en la calle, haciendo lo que podemos para aguantar, pero el frío lo hace más difícil”, dijo Marco Díaz, migrante.