Reynosa, Tam.
Los migrantes que no han logrado entrar a casas de asistencia en Reynosa, son parte de la población que más sufre con el ingreso del nuevo frente frío.
Sus casas de campaña cubiertas con plásticos y telas, no logran resguardarlos de las sensaciones de hasta dos grados que se registran actualmente.
Con fogatas intentan mitigar el frío, sobre todo aquellos que tienen hijos.
Aunque en los últimos meses han disminuido los campamentos callejeros, se mantienen la ocupación de un predio afuera del albergue Senda de Vida, donde más de 200 personas pernoctan.
Ante la necesidad, grupos religiosos y población en general acude a llevarles alimento y bebidas calientes, además de suéteres y chamarras.